jueves, 29 de diciembre de 2016

Así fue la temporada 2016 de Octavio Chacón

El matador de toros Octavio Chacón en 2016 ha tenido 11 festejos, 22 oreja y 2 rabos. En 2015 fueron 10 festejos, 19 orejas y 1 rabo. En 20114 fueron 1 festejo, 2 orejas y 1 rabo. Veamos el desarrollo de la temporada 2016.

Octavio cerró su temporada española de 2015 con la puerta grande y el indulto de Fresnedilla, en Ávila. El Director del programa El Burladero de Radio 21 hizo el reconocimiento al de Prado del Rey como el triunfador absoluto de la Sierra Oeste y el Valle del Terror. A continuación Octavio selló con tres triunfos sus tres primeras actuaciones en plazas peruanas, Cajabamba, con dos tardes que le sirvieron para ser premiado con el escapulario de la Virgen del Rosario, y Huari, donde ganó también el escapulario del Rosario, siendo éste el segundo que consigue en esta plaza.

El 30 de enero, en Ajalvir (Madrid), con motivo de la Feria de San Blas, la primera feria taurina de la temporada española, con una entrada de casi tres cuartos, los gaditanos Víctor Janeiro y Octavio Chacón se enfrentaron a toros de la Ganadería Soto de la Fuente, desiguales de presentación y juego y flojos de fuerzas. Víctor Janeiro, muy voluntario en ambos, cortó dos orejas en su primero. Octavio Chacón recibió a su primer toro de capote sacándolo hacia afuera y con la muleta dibujó una faena con gusto y riesgo, hasta ser levantado por los aires; aunque el toro no colaboró, le cortó las dos orejas. En el segundo toro, tras un gran volatín, Octavio estuvo cuidándolo toda la faena, que había brindado a “El Chano”, y, tras demostrar que está preparado, cortó una oreja. El torero de Ubrique y el de Prado del Rey salieron a hombros. Completaba cartel Víctor Puerto, que acumuló dos silencios.

La jerezana Hermandad del Transporte ha organizado en su sede social de la calle de la Merced una sesión de Toreo de Salón. Para ello ha contado con la colaboración de la Escuela de Tauromaquia y la Asociación de Aficionados Prácticos, ambas de Jerez, que han aportado material de torear. El protagonismo ha corrido a cargo del matador de toros Octavio Chacón, natural de Prado del Rey, así como la de los jerezanos Ignacio Bonmati, novillero con caballos, Cristóbal Reyes y Juanma Mesa, novilleros sin caballos, y varios alumnos de la Escuela de Tauromaquia de Jerez, como Iván Ruiz, Candelas, Rafael Camino y otros. Hubo primeramente unas palabras del Hermano Mayor, dirigidas desde la mesa del salón de actos y bajo los cuadros que reproducen las imágenes titulares que procesionan con la hermandad, Jesús del Consuelo y Madre de la Misericordia. La actividad reunió a un buen número de hermanos así como de amigos y aficionados, que pasaron una tarde de sábado agradable, aprendiendo y practicando algunas suertes del toreo con el capote y con la muleta, como se ve en las fotos que obtuvo Pedro Toro. Estuvo abierto un servicio de bar para hacer más ameno el rato y es de destacar que los ingresos obtenidos por consumiciones en la barra tuvieron como destino benéfico la ayuda a la Bolsa de Caridad de la Hermandad.

El 8 de mayo, en Alés, en corrida celebrada por la empresa Cuillé Cabanis, con motivo de la Feria de la Ascensión, el torero de Prado del Rey se anunció ante toros de la ganadería Cura de Valverde (encaste Conde de la Corte), ganadería antiguamente salmantina y que pasta hoy en Saint Martin de Crau, siendo propiedad del francés Jean Luc Couturier. A su primero, que salió distraído, Octavio lo animó quitando por chicuelinas y revolera para después gustarse en la faena; llegaron momentos de emoción en la muleta con ambas manos, cerrando por manoletinas; en la estocada salió prendido y ganó una oreja. En su cuarto, un toro desrazado, áspero y sin buena condición, no hubo brillantez pero estuvo digno y por encima de su oponente, especialmente con la diestra, y, después de dos avisos, escuchó palmas. Le acompañaron en el cartel Alberto Lamelas, que dio una vuelta en su primero y resultó herido en su segundo, y Javier Cortés, que recibió ovación y silencio.

El 14 de agosto hubo dos representantes de la provincia gaditana, el pradense Octavio Chacón y el bosqueño, Manuel Jesús Pérez Mota, en la plaza de toros de Cenicientos (Madrid). Se lidiaron toros de José Escolar. Chacón a su primero, de enorme trapío y andarín, tuvo que torear enseñándolo y cerró con palmas; en su segundo, importante, ofreció gusto y verdad, con lo que cortó las dos orejas. Pérez Mota, en su segundo, que buscaba las zapatillas, tras buenos momentos acortó la faena y se llevó una ovación; en su segundo, astifino y serio, porfió sin lucimiento y escuchó palmas. Los acompañó en el paseíllo José Carlos Venegas, que cerró con ovación y oreja.

El 17 de agosto actuó en Almorox (Toledo), ante un extraordinario envío de la Ganaderia de Dolores Aguirre, con toros bien presentados y encastados. Octavio cortó dos orejas en su primero y oyó palmas en su segundo. Compartió cartel con Alberto Álvarez, que se llevó oreja y silencio, y Javier Herrero, que recibió pitos y dos orejas.

El 25 de agosto viajó a San Bartolomé de Pinares (Ávila) para una corrida con toros de Antonio San Román, de los que el cuarto recibió la vuelta al ruedo en el arrastre. Octavio cortó una oreja en su primero y dos orejas y rabo en su segundo. Era un mano a mano con Alberto Álvarez, que escuchó ovación y palmas. Octavio salió por la puerta grande.

El día 4 de septiembre va a El Álamo (Madrid) para una corrida concurso de ganaderías, que abordará junto a Juan Bautista y Morenito de Aranda; las reses son de La Reina, Partido de Resina, Miura, La Quinta, Murube y Dolores Aguirre. El día 10 tiene compromiso en Méntrida (Toledo), con reses y compañeros por designar. El día 24 se anuncia en Villamartin (Cadiz) ante toros de Santiago Domecq, que lidiará junto a la rejoneadora Lea Vicens y El Fandi.

Chacón viajó el 6 de septiembre hasta El Álamo (Madrid), donde, en su plaza de La Chacona, participó en una corrida concurso de ganaderías, con los siguientes hierros: La Quinta, Victorino Martín, Partido de Resina, Tajo y la Reina, Dolores Aguirre y Murube. Chacón, en su primero, se lució con el capote, pero el toro empezó pronto a querer irse suelto y en el segundo puyazo cantó la gallina. El torero persiguió al toro con la muleta, dejando una buena serie con la izquierda y cuando se rajó definitivamente el manso vino el final encimista; tras un pinchazo y media estocada hubo una ovación saludada y pitos al toro. En su segundo, de enorme trapío aunque manseó en varas, arriesgó y sufrió una colada, exponiendo muchísimo; valor y decisión en una gran faena, terminada con estatuarios, ante el difícil ejemplar le trajeron dos orejas de ley. Octavio Chacon salió por la puerta grande, igual que el 17 de agosto, cuando se enfrentó también a toros de Dolores Aguirre. También actuaron Juan Bautista, que recogió silencio y oreja, y Morenito de Aranda, doblemente silenciado. Los premios recayeron en “Carafea”, de Dolores Aguirre, y en Octavio Chacón.

El 17 de septiembre el pradense fue a Sangüesa (Navarra) para torear, en tarde nublada y ventosa, ganado de Antonio San Román, bien presentado pero sin gran juego. Se ganó una oreja (que pudo ser doble si el puntillero, que levantó al toro dos veces, hubiera estado fino) y palmas. Alternó con Sánchez Vara, que fue premiado con dos orejas y vuelta al ruedo, y Sebastián Ritter, que se llevó oreja y silencio.

El 21 de septiembre en Ranrahirca (Perú) estaba anunciado en la primera corrida en honor del Señor de los Milagros, con lleno en los tendidos, para lidiar toros de Apóstol Santiago, bien presentados y manejables. Cortó oreja y dos orejas. Su alternante, en mano a mano, fue el diestro venezolano Fabio Castañeda, que resultó ovacionado en su lote. Octavio salió a hombros de la plaza. Se trajo el escapulario de esa feria. Estaba anunciado dos días seguidos, pero con todo dolor de su corazón no pudo torear el día 22 la segunda corrida que tenía comprometida, porque estaba anunciado en Villamartín para el 24 y los vuelos no le cuadraban. Le sustituyó Fredy Villafuerte.

El 24 de septiembre intervino en Villamartín ante toros de Santiago Domecq, de los que el tercero fue premiado con la vuelta al ruedo, cortó dos orejas a su primero y dos orejas y rabo a su segundo, en el cual, a la hora de matar, resultó herido con una cornada extensa en el muslo derecho, de la que fue atendido en el hospital de Villamartín. Sus compañeros de paseíllo fueron la rejoneadora Lea Vicens, que se llevó oreja y dos orejas, y El Fandi, que se llevó dos orejas y oreja.

Se anunciaba el 1 de octubre en Fresnedilla (Ávila) con una corrida de José Escolar, como viene siendo tradición en los últimos años, ya que ha indultado por dos veces allí toros de este hierro. Reaparecía después de la cornada de Villamartín, mostró casta con un esfuerzo increíble y cerró su actuación con silencio y dos orejas. Alternó con el rejoneador Raúl Martín Burgos, que se llevó también silencio y dos orejas, y Javier Herrero, que cortó oreja y dos orejas.

El 23 de octubre intervino en una corrida de toros en la Plaza de Santa Úrsula de Viraco (Perú), con lleno en los tendidos, lidiándose toros de Celso Manrique, bien presentados. Chacón, en su primero, dio una vuelta al ruedo y, como incidencia destacable, señalamos que sufrió una fuerte voltereta, a pesar de lo cual se vendó la rodilla para salir al quinto de la tarde, su segundo, marcado con el número 52, donde la formó gorda y consiguió el indulto para el animal, que volvió a los campos peruanos, ganando para sí las dos orejas y el rabo simbólicos. Alternaron con Octavio el francés Marc Serrano, que logró oreja y palmas, y el almeriense Torres Jerez, que logró ovación y dos orejas. A la finalización de la corrida el gaditano fue declarado triunfador de la feria de Viraco y se le entregó el galardón correspondiente. Con posterioridad fue atendido en Lima por especialistas ante una posible lesión en la rodilla izquierda y se le detectó una distensión de ligamento cruzado de su rodilla izquierda, por lo que se ha sometido a reposo y tratamiento con el fin de recuperarse a tiempo para la corrida de su próximo compromiso, esta vez en Unchiña, localidad peruana donde se va a inaugurar su plaza de toros. Octavio está en un momento cumbre de su carrera, sin parar de cosechar triunfos por las plazas donde va, pidiendo poder demostrarlo en una plaza de primera categoría.

Octavio Chacón ha roto la relación que tenía hasta ahora con el apoderado Raúl Montero. Ese apoderamiento los ha unido durante dos temporadas, la de 2015 y la de 2016, durante las cuales Chacón ha toreado más de una veintena de festejos en las plazas duras del Valle del Terror y además ha resuelto múltiples compromisos en Perú. Casi de seguido Octavio ha elegido nuevo apoderado y se trata del banderillero y empresario Antonio Caba, con quien ha cerrado un acuerdo por tiempo indefinido. Caba ha entrado a formar parte del equipo de la empresa Tauroemoción y él llevará las plazas andaluzas de Osuna (Sevilla) y Baeza (Jaén). Antonio se muestra ilusionado con Octavio, pues está muy preparado, y el primero objetivo son las plazas francesas de principio de temporada y Madrid antes de San Isidro.

El 5 de noviembre el torero, que estaba recién salido de la recuperación de la cogida que sufrió en la plaza de Viraco el 23 de octubre, participó en Unchiña (Perú) en la corrida planificada, con motivo de la festividad de su patrón San Martín de Porres, para inaugurar la plaza de toros de esa localidad, festejo que se llevó a cabo con un lleno de público en el tendido. La corrida se efectuó bajo una lluvia constante y, con la fórmula de un mano a mano, se lidiaron animales de la ganadería de Naveda, con mal juego en general. Chacón en su primero fue premiado con una ovación y a su segundo le cortó las dos orejas. Su compañero de cartel, Juan Carlos Cubas, se llevó de premio una oreja en su primero y una ovación en su segundo. Octavio salió a hombros de la nueva plaza peruana, sumando un triunfo más a sus actuaciones en Perú y también a su temporada 2016, que la ha completado de manera magnífica.

Octavio Chacón ha sido distinguido por la Peña Taurina Abulense como el Mejor Matador de Toros 2016 de Ávila y toda su provincia. Ello ha sido con motivo de la sesión donde se han decidido los premios de la temporada 2016. Recordemos que Chacón, por tierras abulenses, cortó tres orejas y rabo a una corrida de Antonio Sanromán en San Bartolomé de Pinares el 17 de agosto, luego cortó dos orejas a una corrida de Fernando Peña en Sotillo de la Adrada el 7 de septiembre y cortó otras dos orejas a una corrida de José Escolar en Fresnedilla el 1 de octubre. Estos premios serán entregados el próximo día 26 de noviembre en una cena gala, a celebrar en un hotel de la ciudad castellana.

El 12 de noviembre el salón de plenos del ayuntamiento de El Álamo (Madrid) fue el escenario donde ayer tarde se entregaron los premios de la feria taurina de la localidad y allí Octavio Chacón, el torero de Prado del Rey, recogió el premio a la Mejor Faena de la corrida concurso de ganaderías celebrada el 4 de septiembre, premio concedido por la Asociación Cultural Taurina. Entonces se enfrentó al toro de Dolores Aguirre, que, además, ha sido premiado como Mejor Toro del concurso, con premio concedido por el Ayuntamiento de El Álamo. Otros premios que se entregaron fueron al Mejor Puyazo y al Mejor Par de banderillas. También se entregaron placas conmemorativas a mayorales y a la labor de difusión de la Fiesta.

Por su parte, Octavio Chacón recogió el trofeo al Mejor Matador de Toros de la provincia de Ávila en el transcurso de la XLIV Gala de la Peña Taurina Abulense, tras sus corridas triunfales en San Bartolomé de Pinares, Sotillo de la Adrada y Fresnedilla. El trofeo consiste en un bonito jarrón de cerámica y un cuadro pintado a mano por Francisco Garcinuño Calle, además del retrato personalizado de cada torero. Otros premiados en la velada fueron: Enrique Ponce, como triunfador de la corrida extraordinaria de Ávila; Iván García, como mejor par de banderillas; la ganadería de Hernando Aboin, como dueña del Toro Más Bravo, por el toro “Pamplinero”; Francisco de Manuel, como Mejor Novillero, por ser el triunfador del festejo de la Santa. Aparte, se entregaron premios especiales al banderillero David Adalid; al torero y ganadero Andrés Hernando; al recortador Alejandro Pascual y al director de comunicación de la empresa de Simón Casas, Juan Ramón Lozano. La gala se celebró en el Hotel Reina Isabel de Ávila.

lunes, 26 de diciembre de 2016

Así fue la temporada 2016 de David Galván

El torero david Galván cerró la temporada de 2016 con 19 festejos, 47 orejas y 6 rabos. antes de continuar recordemos que el año 2015 actuó en 14 festejos; el 2014 en 22 festejos, el 2013 en 28 y el 2012 en 21. Como novillero con caballos celebró 33 festejos en 2011 y 16 en 2010. Como novillero sin caballos, 29 en 2009 y 10 en 2008. Veamos ahora cómo ha sido su temporada de 2016.

El 31 de Enero, también en Ajalvir y con tres cuartos de entrada, el diestro de San Fernando, David Galván se anunciaba ante toros de Ganadería Lopez Gibaja (con sobreros de Soto de la Fuente); el concepto que tiene del toreo es de clase sumado a un valor desmedido y, así, desplegó las condiciones para ser algo en esto, llamando a la puerta de la temporada. A su primero lo recibió a pies juntos para luego ir ganando terreno; su faena de muleta ante un buen toro incluyó los mejores muletazos de la feria y fue de menos a más; la estocada, contraria, dio paso a las dos orejas. A su segundo, sobrero, lo lanceó con calidad y recibió una voltereta yendo al caballo; la faena, por ambos pitones, tuvo sello de estoicismo y completó una buena tarde porque cortó otra vez las dos orejas. Actuaron también Oliva Soto, que cerró con dos silencios, y Diego Silveti, que cortó dos orejas.

Es Domingo de Ramos, por lo que se abre la temporada en Las Ventas. En tarde fría y con llovizna, lucen los carteles los nombres de Curro Díaz, David Galván y Juan Ortega, éste para confirmar la alternativa. Al acabar el paseíllo se guarda un minuto de silencio por las víctimas del accidente de autobús de esta mañana. Están anunciados toros de Gavira, que a la postre resultan, bajo morfología de respeto, mansos de libro. El toro que le toca a David Galván pesa 495 kilos y lleva el nombre de Verdiales. Está bien presentado, es hondo y lleva buena cornamenta, pero sale con trote cochinero y refrenándose. A los primeros capotes huye y se va a toriles. David quiere saludarlo pero el animal insiste en huir y tiene que ser citado en la boca de riego. Tras recibir el primer puyazo, haciendo girar al caballo, sale de naja y luego corretea a lo largo de toda la circunferencia. Por segunda vez va al caballo medio al relance y sale rebrincado nuevamente. Por tercera vez acude, para un pinchacito, y nuevamente se repucha. David pide el cambio y el presidente accede. Los dos banderilleros van con el mismo color en el traje, sangre de toro con plata. El primer par, a cargo del ubriqueño Miguel Ángel Sánchez, queda con habilidad arriba aunque trasero y el toro sigue a lo suyo, a corretear. Rafael Limón, el tercero de la cuadrilla, pone un par de cualquier manera. Por fin, el tercer par, de Sánchez, es bueno, haciendo él todo lo que no hace el toro, con las banderillas reunidas arriba y en su sitio. David decide recibir en los medios con el cambio por la espalda y es arrollado; se levanta y parece que puede estar herido porque cojea un poquito, pero se va a por el toro. Nos ofrece en el mismo centro tres series con la derecha, insistentes y de torero en redondo, muy aplaudidas. Cambia a la mano izquierda. La sangre del torero cae por la pierna, del gemelo para abajo, pero él se mantiene firme en la cara del toro. Al natural despliega algunos buenos pases que despiertan los olés del público y detrás una serie larga de circulares, que acaban con un desplante y el público agradece con sus palmas. Tras coger el estoque avanza hacia el toro arrastrando la pierna derecha; se ve que va con molestias. Después de una minuciosa preparación para la estocada, ésta queda un poquito tendida y el toro, al salir del embroque, pierde las manos, partiéndose la derecha; queda un tanto amorcillado y acaba buscando tablas aunque anda con dificultad. Tarda un poquito en caer, el toro no está muerto porque, con la pata partida, quiere seguir andando; la estocada no es tan eficaz como parecía. Suenan los dos avisos antes de que el toro acabe doblando en las tablas. Hay petición de oreja y el presidente la concede. En el arrastre hay división de opiniones, unos silban al toro y otros lo aplauden. Después de dar la vuelta al ruedo con la oreja, David se va a la enfermería caminando por el callejón. No vuelve a salir. Acudo a la puerta de la enfermería para ver el parte; éste dice que “David Galván García, de 23 años, natural de San Fernando (Cádiz), ha ingresado con herida por asta de toro en tercio medio cara interna de pierna derecha, con orificio de salida por cara externa, que produce destrozos en músculos soleo y gemelos. Distensión en inserción de abductores de MII. Es intervenido quirúrgicamente en Enfermería de la plaza de toros. Pasa a San Francisco de Asís con cargo a La Fraternidad. Pronóstico Reservado. Fdo.: Dr. García Padrós.”. A la par que yo, allí están leyendo el parte los padres del torero, el anterior alcalde de su ciudad, el maestro Antonio Pérez, de la Escuela de San Fernando, y el cronista Sergio Pérez. Sabemos que el triunfo se ha pagado adecuadamente.

El 2 de abril el matador David Galván toreó en la Plaza “San Isidro Labrador” de Latacunga (Ecuador), dos semanas después de ser cogido en Las Ventas y con la herida fresca, ante toros de Huagrahuasi y Triana, buenos de presencia y juego. Su primero, de Huagrahuasi, fue recibido con verónicas templadas hasta el centro rematando con dos medias; el quite por tafalleras y chicuelinas fue emocionante; en la muleta se vino a menos, terminando por bernadinas; una entera al segundo intento dio paso a una ovación. Su segundo, de Triana, fue brusco de salida, pero hubo quite por delantales y chicuelinas; la muleta, por la derecha, fue acompasada e incluyó péndulos; tras voltereta y desplante, la espada no estuvo afortunada peo no impidió la oreja. David regaló el sobrero, con hierro de Triana y de nombre “Ashanguero”; el capote fue lucido en verónicas y chicuelinas; la muleta sirvió para la total entrega del torero, que acomodó la buena embestida en derechazos templados, con cadencia y con zapatillas firmes; tras las manoletinas el público pidió el indulto y el presidente sacó el pañuelo naranja, paseando el de San Fernando dos orejas y rabo simbólicos. El rejoneador ecuatoriano Sebastián Peñaherrera, por su parte, dio una vuelta al ruedo y cortó una oreja.

El 15 de mayo se ha celebrado una Corrida Concurso en Los Barrios. Los muchos voluntarios han cooperado para la buena organización. La limpieza se ha notado en la parte de abajo pero en otras zonas del tendido habría necesitado más repaso. El estado del albero no se encontraba en las condiciones adecuadas. Se anunciaban mano a mano El Fandi, de caña y oro, y David Galván, de grana y oro. Con algo más de media entrada, con buena música de la Banda de la localidad y bajo la presidencia de El Capi, se ha soltado un toro de cada una de estas ganaderías: Gavira (noble), Torrestrella (bueno, aplaudido en el arrastre), Santiago Domecq (noble y manejable), El Torero (bueno), Tapatana (manso) y La Palmosilla (con calidad), todos en general bien presentados de acuerdo a la plaza; algunos entraran hasta tres veces al caballo. Es de destacar la disposición de ambos diestros por agradar. El Fandi está sobrado atléticamente y se adorna como nadie en banderillas. Galván, exquisito en los quites, sufrió varios revolcones, pero se repuso de ellos y continuó desarrollando su labor como si nada le hubiera ocurrido; está muy preparado físicamente y, ansioso de triunfo, vive para esta profesión, aunque a la hora de matar tiene que atemperarse, aunque destacamos su mano izquierda en el último de la tarde. En resumen, El Fandi cerró con silencio, oreja y oreja y David Galván, con palmas tras dos avisos, dos orejas tras aviso y ovación con saludos tras aviso. Ambos pudieron haber conseguido más trofeos, pero no estuvieron acertados con los aceros en algunos de sus toros. Los dos salieron a hombros por la puerta grande. La caseta La Espuela de la Feria de Los Barrios 2016 acogió, como ya hizo el año pasado, la Tertulia Taurina y entrega de premios de la Corrida de Toros. El premio a la mejor faena recayó en David Galván, Juan José Esquivel se llevó el trofeo al mejor picador y Víctor Nieto, el de mejor lidiador. El premio al mejor toro quedó desierto.

Plaza de toros de Las Palomas, Algeciras, 24 de junio de 2016. Tercera de la Feria Real. Media plaza. Toros de Núñez de Tarifa, justos de presencia y manejables, y uno de Salvador Domecq, inválido y descastado, destacando el sexto, premiado con la vuelta al ruedo. Enrique Ponce, entera; saludos. Gran estocada; vuelta al ruedo tras petición minoritaria. Alejandro Talavante, entera; saludos tras leve petición. Dos pinchazos y tres descabellos; saludos. David Galván, estocada trasera pero efectiva; dos orejas. Entera; dos orejas y rabo. David Galván salió a hombros por la puerta grande. David Galván, de rosa y oro, a su primero, con presencia, lo recibió con una larga a porta gayola seguida de verónicas, chicuelinas y revolera, señal de que quería darlo todo; el bicho salió del caballo perdiendo las manos; tras brindis al público, la faena fue entregada, con jaleadas tandas en redondo por ambos pitones que el toro tomó a media altura hasta que se paró, momento en que David se metió en su terreno, dejándose acariciar por los pitones; bernadinas para finalizar una actuación seria. En su segundo, bueno, el picador anduvo con cuidado; la faena empezó por doblones y luego siguió por ambos pitones, con gusto y temple, con pases relajados y toreros; formó un verdadero lío porque el toro duró y fue a más; la compacta faena caló en el público, puesto boca abajo.

En Estepona (Málaga) el 9 de julio, el torero de la Isla de León David Galván se incorporó, como sustituto de Alejandro Talavante, al cartel programado con motivo de las Fiestas Mayores, que anunciaba toros de Núñez de Tarifa. Según nos informa Jerónimo Roldán, estuvo muy bien en los dos toros, con decisión, toreando siempre en los medios y ligando muy bien los muletazos con mucha exposición. En el primer toro recibió una voltereta espectacular y se levantó con más ganas para matar certeramente, lo que le sirvió para cortar dos orejas. Anda en un gran momento artístico, tanto con el capote con la muleta; estuvo incluso mejor en su segundo toro, al que llegó a cortarle las dos orejas y el rabo. En conjunto fue una actuación muy completa, lo cual da pie a que tenga un gran ambiente para la corrida de San Fernando. Completaban el cartel Finito de Córdoba, a quien se le daba un homenaje por sus veinticinco años de alternativa y que cerró su actuación con ovación y oreja, y El Fandi, que cortó cuatro orejas y un rabo. Fandi y Galván salieron a hombros por la puerta grande.

Plaza de San Fernando (Cádiz), sábado, 16 de julio de 2016. Corrida de la Feria del Carmen y de la Sal. David Galván: estocada entera algo trasera; dos orejas. Entera atravesada; una oreja. Media tendida que basta; dos orejas. David Galván, que vestía de sangre de toro y oro, a su primero, castaño, con poca presencia pero rematador en tablas, lo saludó con lances a pies juntos; hubo buena pelea y buena puya antes de un quite por chicuelinas (a caballo encerrado, fea costumbre); las banderillas fueron buenas y Álvaro Núñez, invitado por su matador, se desmonteró e invitó sin autoridad a Rafael Limón a lo mismo; tras brindis al cielo, David inició con doblones en los medios y mientras sonaban unas bulerías siguieron tres jaleadas tandas en redondo y contra el levante; con la izquierda vino una y con la derecha, otra vez, dos tandas más, una con tornillazos y una de mano baja, antes de las manoletinas finales. En su segundo, castaño, bien presentado y enmorrillado, el recibo fue animado con dos largas cambiadas de rodillas seguidas de verónicas y revolera muy aplaudidas; la puya fue leve, haciendo, incluso así, claudicar mientras que los rehiletes fueron mal puestos; tras brindis al compañero de cartel, el inicio fue por doblones andándole bien por la cara mientras sonaban unos tangos flamencos; en los medios el animal no quiere pelea y se raja descarado, pero en tablas vimos un arrimón de escándalo con desplantes, circulares y teléfono de tarifa plana. En la vuelta triunfal tuvo David el descuido de ponerse a firmar autógrafos, con lo cual ya fue menos triunfal. A su tercero, negro, recortadito y hocico de rata, le hizo saludo mixto de verónicas, chicuelinas y revolera antes de una puya sin castigo excesivo; con dos pares que estuvieron bien y brindis al público, se inició la faena por alto, siguiendo una serie de mano baja; hubo cante flamenco por bulerías; luego vinieron los tornillazos en una serie en redondo y por la izquierda, también bajando la mano, vino el rajarse entre remolinos de arena y aplausos; otra serie por la derecha, buena, y ayudados por alto antes de rajarse definitivamente.

El 22 de julio, en La Línea de la Concepción, con media entrada y retraso en romper el paseíllo, se lidiaron toros de La Palmosilla, que tenían buena presentación y resultaron de buen juego. David Galván, vestido de grana y oro, en su primero, que resultó extraordinario, demostró el buen momento que atraviesa y cómo sabe dominar la situación delante de los cuernos; tras faena variada fue premiado con las dos orejas mientras a su adversario, de nombre “Retorcido”, se le dio la vuelta al ruedo en el arrastre como premio a su bravura. En su segundo siguió la racha y volvió a cuajar una faena templada y de valor; cortó una oreja. Los tres diestros salieron a hombros por la puerta grande en medio de un público alborozado por la fiesta que se había vivido en el coso.

El 12 de agosto David Galván se anunció en San Roque, con casi lleno, ante toros de La Palmosilla. Cortó dos orejas y rabo en cada uno de sus adversarios. Alternó con Finito de Córdoba, que ganó oreja y palmas, y El Fandi, que se llevó dos orejas y oreja.

El 21 de agosto fue a Madrid para lidiar toros de Antonio Bañuelos, muy bien presentados (el mayoral fue obligado a saludar al término del festejo). David escuchó ovación que saludó y luego otra que saludó desde el callejón. Le acompañaron Emilio Huertas, que confirmaba la alternativa y fue premiado con saludos y vuelta, y Javier Jiménez, que cortó oreja y oreja, saliendo a hombros.

El 3 de septiembre fue a Valdepeñas (Ciudad Real), porque estaba citado con toros de Ojailén y de Los Eulogios, discretos de presentación y manejable en conjunto. En su primero, estuvo variado con el capote, incluyendo quite por tafalleras; con la muleta hubo buen toreo por ambas manos y, al final, arrimón con desplantes; tras manoletinas quietas, la estocada y descabello le dieron una oreja con petición de segunda. En su segundo, poco colaborador, vio con la muleta muchas complicaciones pero su determinación le permitió una faena de poder, con mucha verdad por ambas manos; tras un pinchazo y una estocada cayeron dos orejas de ley. Sus alternantes fueron Emilio Huertas, que ganó oreja y ovación, y Joaquín Galdós, que se llevó oreja y oreja. Galván y Galdós salieron a hombros.

El 9 de septiembre el torero de La Isla intervino en la corrida celebrada en Zalamea la Real (Huelva), con toros de la ganadería Camino de Santiago, mansurrones y acusando mucho las querencias. Cortó oreja y oreja con petición de la segunda. Sus compañeros fueron Michelito, que ganó oreja y ovación, y Javier Jiménez, para el que hubo ovación y oreja.

El 10 de septiembre Galván actuó en Tarifa, ante toros de Núñez de Tarifa y La Palmosilla. Consiguió dos orejas y rabo y ovación saludada. Le acompañaron Finito de Córdoba, que logró dos orejas y oreja, y Curro Díaz, que se llevó dos orejas y dos oreja.

El 11 de septiembre voló a Dax (Francia) para participar en la tercera de la Feria Toros y Salsa, con toros de Montalvo, bien presentados y manejables. En su primero David pisó terrenos comprometidos pero recibió silencio; en su segundo hilvanó una faena larga, bien ejecutada y con gusto en apenas un palmo de terreno, cortando una oreja. Alternó con El Juli, silenciado, y José María Manzanares, que cortó oreja y oreja.

Plaza de toros de Ubrique (Cádiz), 16 de septiembre de 2016. David Galván: pinchazo y entera desprendida; dos orejas. Pinchazo, entera y descabello; dos orejas. Galván, de sangre de toro y oro, en su primero, algo veleto, hubo saludo largo y mixto; las dos puyas se pusieron en el caballo de puerta antes de un precioso quite por tafalleras con cite de espaldas; tras el mejor tercio de banderillas de la tarde, la faena, después de brindar al público, se inició por bajo y siguió con tres grandes tandas en los medios; con la zurda siguió el toreo grande, aguantando paradas, hasta llegar a circulares y rajarse, finalizando con bernadinas arriesgadas y gran trinchera. A su segundo, el más anovillado de la suelta y abanto, sólo pudo lancearlo de aliño; en el caballo no vimos gran cosa pero el quite con chicuelinas de manos bajas y revolera si fue vistoso (aunque a caballo encerrado, mala moda); después de un par y medio de palos, brindó a su peón ubriqueño con largo parlamento y empezó por doblones elegantes para seguir con toreo en redondo muy asentado, aguantando parones tremendos y terminando, antes de la rajada, con desplante sin muleta que hizo al público gritar “torero, torero” y aplaudir por bulerías.

Toreó el 30 de septiembre, por la Feria de San Miguel, en Las Rozas (Madrid), con ganado de Buenavista y resultó herido al sufrir una cornada en la palma de la mano izquierda mientras toreaba a su primero, por lo que no pudo continuar; fue atendido en el hospital Fremap de Majadahonda, donde no le apreciaron lesiones tendinosas ni óseas. Se anunciaron con él El Cid, que recogió ovación, dos orejas y dos orejas en el que estoqueó por Galván, y Gonzalo Caballero, que se llevó dos orejas y oreja.

Finalmente, David Galván el 8 de octubre actuó en Boadilla del Monte (Madrid), ante toros de Peñajara de Casta Jijona y, a pesar de estar con los puntos en la mano por la herida recibida durante su actuación en Las Rozas, logró un resultado de oreja y ovación. Compartió cartel con Fortes, que ganó oreja y dos oreja, y Emilio Huertas, que también ganó oreja y dos orejas.

domingo, 25 de diciembre de 2016

El Juli, Medalla de Oro a las Bellas Artes en 2016.

Es el vigésimo tercer nombre. Julián López ‘El Juli’ se unió hoy con mayúsculas al escogido grupo de figuras con aroma a leyenda que engalanan el prestigioso palmarés de una Medalla de Oro de las Bellas Artes, que también está trufado por una terna de lujo de rejoneadores. El torero madrileño sigue así la senda que, en su día, inauguró el mito de Ronda, Antonio Ordóñez, primer torero en recibir tal distinción. Allá por 1996. Vida y media desde entonces.
Fue el pionero de una lista a la que el año siguiente se sumaron dos figuras de época: Santiago Martín ‘El Viti’ y Curro Romero. Ya en 1998, fue el momento de Miguel Báez Espuny ‘Litri’. La lista de nombres fue ampliándose poco a poco. Un goteo incesante. Toreo caro en cada galardonado. Antoñete, Rafael de Paula, Manolo Vázquez, Espartaco y Ángel Luis Bienvenida -ambos en 2003-, Paco Camino, José María Manzanares (padre)… ¿Les suenan? Pura epopeya taurina.
Con Enrique Ponce y José Tomás, en 2006 y 2007, se premió a dos matadores de toros todavía en activo. El aficionado todavía pueda paladear a ambos. Y en estas… 2008 trajo la polémica. La concesión de la Medalla de Oro a Rivera Ordóñez abrió un áspero debate que terminó con la devolución de sus premios por parte de Paco Camino y José Tomás.
El alicantino Luis Francisco Esplá devolvió el quórum en 2009, mientras que Pepín Martín Vázquez y José Miguel Arroyo ‘Joselito’ la recibieron de una tacada en 2010. Premio simultáneo. Finalmente, en 2014, Manuel Benítez ‘El Cordobés’ fue el último matador de toros premiado por el fallo del jurado del Ministerio de Cultura.
Hermoso de Mendoza, último premiado, recoge la Medalla de Oro de las Bellas Artes de manos de los Reyes de España | MUNDOTORO
TRES REJONEADORES Y UN GANADERO
Mención aparte, merece Victorino Martín Andrés. El ganadero de Galapagar es, a día de hoy, el único ganadero que ha recibido la Medalla de Oro de las Bellas Artes. Fue en 2013. Una mención que ha tenido continuidad esta misma temporada. Hace apenas dos semanas, el Ministerio de Cultura le otorgaba el Premio Nacional de Tauromaquia en su edición de 2016.
A todos ellos, hay que sumar un trío de rejoneadores que también se hicieron acreedores de tal preciado galardón. Así, la legendaria torería de Álvaro Domecq fue destinaria del premio en 1999. Hubo que esperar hasta 2012, para que otro jinete le hiciera compañía. Fue el turno de Ángel Peralta. Finalmente, el año pasado Pablo Hermoso de Mendoza era el agraciado en 2015. Un galardón que recibió hace escasas semanas en San Sebastián. El Juli recoge hoy su testigo.

jueves, 22 de diciembre de 2016

Libertado, indultado

El 22 de diciembre de 1864 se lidia en la plaza de toros de Jerez de la Frontera (Cádiz) como desecho de tienta el utrero Libertado, de la ganadería de Vicente Romero. Con gran bravura tomó 36 varas y mató seis caballos, perdonándole la vida a instancias del público, haciéndose cargo de él el ganadero, y después de curado las heridas, se le tuvo padreando tres años. Se le volvió a lidiar en Cádiz el 16 de mayo de 1869, mostrándose muy bravo.

Contra informe Bosch Fundación del Toro de Lidia

Informe Fundación Toro Lidia



miércoles, 14 de diciembre de 2016

El aficionado es persona culta

"Los españoles con mayor número de inquietudes culturales": éste es el perfil del espectador de corridas de toros.

Según el Anuario de Estadísticas Culturales de 2015, del Ministerio de Cultura, la participación en actividades relacionadas con el cine, el teatro, la lectura o la música de los aficionados taurinos es muy superior a la media de España.

Los datos finales del estudio, una encuesta realizada a 16.000 personas de 15 años en adelante, aseguran que casi la mitad de los espectadores taurinos (el 49,8 %) acudió a museos, exposiciones y galerías de arte, frente al 39,4 % de la población total. Las diferencias se agrandan al comparar con las artes escénicas (teatro, ópera, zarzuela, danza, ballet) y musicales (clásica o actual), ya que el 57,7 % de los espectadores taurinos asistió a estas actividades frente al 43,5 del total nacional.

De este modo, el estudio desmitifica el tópico de que el aficionado taurino responde al perfil de persona de escasa formación y alejada de prácticas culturales, puesto que los taurinos también acuden más al cine (el 58,7 % por el 54% de la media española), a las bibliotecas (30,4 frente al 25,6) y consultan más los archivos (7,4 frente al 5,6). Además, suelen ser más fieles al libro como compañero de viaje, puesto que leen más (un 65,8%) que la media (62,2 %) de la población española.

Asimismo, estos datos ponen de manifiesto el carácter cultural de la Tauromaquia, ampliamente expresado por intelectuales de todas las épocas, y su estrecha relación con todas las expresiones artísticas.

Quite por cigarreras de Morante en Méjico

domingo, 4 de diciembre de 2016

Camilo José Cela: "La gala de toro"

"La gala del toro es la fuerza a latidos, como el huracán, y la mortal y generosa codicia, también el valor que mantiene terne su silueta, nítida y firma como la sombra del pájaro que vuela al sol"

miércoles, 30 de noviembre de 2016

Charla con Humberto Parra, pintor taurino

Humberto Parra: “Una obra de arte se defiende por sí sola”

Charlamos con el pintor taurino Humberto Parra sobre pintura y toros



Humberto Parra (Lima, 1960) es un pintor especializado en cuadros de temática taurina. Está asentado en El Puerto de Santa María (Cádiz). Hoy es una figura conocida en todos los ambientes taurinos, especialmente los de las grandes ferias. En su ciudad de acogida se desenvuelve como un portuense más y es fácil encontrarlo en cualquier evento de alguna peña taurina. En uno de ellos quedamos para charlar con tranquilidad. El día de la cita fuimos puntuales los dos.

¿Cómo se desarrolló tu infancia y cómo surgió tu afición?

La mía fue una infancia normal. Nací en el Balneario de Barranco, la tierra de Chabuca Granda, al lado del mar, sintiendo su brisa y su sonido. Allí el cielo es gris porque, como no llueve, hay una neblina permanente que no deja ver el azul celeste. Cuando Rafael Puga ganó el Escapulario de Lima y empezó a salir en la prensa y en la televisión me pregunté de qué iba esto. Comencé a frecuentar la plaza de toros y me acabé metiendo en este mundillo. Estuve toreando, sin caballos y con caballos, durante tres años.

¿Qué fue de tu carrera taurina?

Puga me dio la alternativa en un pueblo de Perú pero la renuncié a continuación porque quería intentar la aventura en España como novillero. En 1983 vine con 1500 pesetas en el bolsillo, lo que no era tarea fácil y me hizo pasar algunas aventuras, que resultaron enriquecedoras. Aquí estuve de novillero durante tres años en los que tuve la suerte de convivir con Pepe Manzanares y con Juanito Belmonte, que me acercaron un poco a la élite del torero y, con el tiempo, pude frecuentar a Antonio Ordóñez. Pude torear con regularidad pero no con la frecuencia que quería.



¿Cómo fue tu formación pictórica?

Por suerte, en Lima, mientras era novillero estudié Bellas Artes. Al principio nadie apuesta por ti, lo que genera dudas. Pintaba sin exponer pero cuando colgué los trastos y, tras diversas ocupaciones, hice mi primera exposición se sorprendieron los que sólo me conocían como novillero. Dada la fusión de los dos conocimientos, el de la tauromaquia y el del arte, mi pintura creo que tiene una personalidad clara.

¿Qué pintores de la Historia de la Pintura te atraen?

Cuando estaba en Lima admiraba a Rubens, Velázquez, Goya y los italianos (Boticelli, Miguel Ángel); los seguía por los libros y las revistas. Luego pude verlos en los museos. En la pintura taurina, Roberto Domingo marcó un antes y un después; antes había una monotonía, con pocos puntos en alza y él la enriqueció con el movimiento. Yo pretendo llevar a la pintura no sólo los muletazos sino lo que sucede dentro y los matices que la gente no percibe a diario.

Háblanos de tu estilo, tus técnicas y tus soportes.

En cuanto a estilo, soy más impresionista; trato de recoger la impresión del momento, la luz o la oscuridad y también trato de recoger el antes y el después. De técnicas, he hecho óleo y ahora estoy trabajando más con el gouache, que tiene la ventaja de que con el pincel vas dibujando y creas un clima en la obra que parece que es una mezcla de técnicas. La acuarela también la practico mucho. El dibujo me importa, es básico, pero el carboncillo lo uso sólo en bocetos, porque en obras definitivas, a pesar de su mucho trabajo, el público no lo valora. En soportes, uso tanto tela como paspartús, que viene de Inglaterra a través de Gibraltar, y es de gran calidad.



¿Cómo fue el traslado a España? ¿Por qué asentarte en El Puerto de Santa María?

Vine como torero y me pasé treinta años sin volver a Perú. Mis compañeros de generación se hicieron todos banderilleros, Caba, Carmelo, Julián Maestro, Abel Oliva...; el único que triunfó como matador fue Manuel Díaz El Cordobés. Elegí El Puerto porque una noche lluviosa llegué en tren y al coger un taxi, el taxista, al que no conocía, me preguntó "¿a casa?". Percibí una sensación de familiaridad que me vinculó a esta ciudad, que me llevó a decidir que no hacía falta buscar más; me convirtió en cómplice de El Puerto.

¿Cómo es tu vida en un día normal?

En esta época toca preparar material para la campaña que viene. Es un constante buscar ideas. Cada temporada elijo una frase adecuada que sirva de nexo a toda la obra expuesta. Estoy buscando los toreros que están funcionando para apostar por ellos; el año que viene lo tengo más fácil porque un paisano mío está destacando, Morante sigue en un momento dulce y José Tomás las pocas veces que se anuncia hace disfrutar.

¿Cómo surgió la idea de hacer exposiciones en los hoteles de las ciudades en feria?

No lo inventé yo; cuando empecé ya era tradición exponer en los hoteles más emblemáticos. Antes hacía más viajes pero luego empecé a seleccionar. Cada año, expongo en Castellón en marzo, Sevilla en abril, Valencia en julio, Bilbao o Málaga en agosto y Ronda en septiembre.



¿Has hecho exposiciones en otras salas fuera de los hoteles y de las ferias taurinas?

Sí he expuesto en galerías y salas culturales. Últimamente no me prodigo en galerías, porque tienen una política con la que no estoy de acuerdo. Aquí en Cádiz, hace años expuse en Benot; también expuse en otra sala, en donde me encontré con un profesor que llevaba a un grupo de alumnos y les explicaba mi uso del gouache, distinto de lo que él les había explicado en clase, reconociendo su equivocación.

¿Has participado en concursos de pintura?

No, no me gustan.

¿Qué otros temas abarca tu obra?

Suelo pintar todos los temas, pero con la pintura taurina he logrado hacerme una firma. Por suerte, decir Humberto Parra es relacionarme con los toros. Cuadros con otros temas, desnudos, paisajes, marinas, retratos…, los hago por encargo.

¿Qué torero te gusta repetir más en tu obra?

Me lo pones fácil. Hay toreros que tienen una personalidad muy acusada y te ayudan; con dos trazos defines el esquema y si luego lo acompañas con el color brilla más. Ahí están Curro, Paula, Tomás, Morante...



¿Tu estilo está consolidado o sigue en evolución?

Está en evolución constante. Si comparo un cuadro mío de hace diez años con uno actual, hoy hay más limpieza en el trazo, más seguridad. Las manchas de ahora no son como las de antes; antes manchaba más y hoy una pequeña mancha define un cuadro. Voy buscando decir más con menos trazos. Esa evolución sigue porque los artistas nunca terminan de aprender; eso es lo bonito. Cuanto más sabes más te queda por saber.

¿Tienes agente artístico o vendes directamente?

No, directamente yo. Los clientes quieren conocer al artista. Aunque esté la barrera del idioma, mostrar el cuadro facilita la adquisición. Lo que me llama la atención es que en la mitad norte de España los despachos de los profesionales liberales están con cuadros en las paredes, incluso cuadros de pintura taurina; en la mitad sur los despachos están llenos de diplomas que acreditan la asistencia a cursillos y, si acaso, cuelgan alguna lámina.

¿Algún cliente tuyo es conocido del gran público?

Hay una obra mía en la Casa del Rey. Un año en que el rey asistió a la goyesca de Ronda Antonio Ordóñez fue invitado a ir, con su mujer, a Palacio y decidió llevar de regalo un cuadro mío que él me había encargado meses antes; nunca podré agradecérselo bastante. Aparte, casi todos los toreros son clientes míos.



¿Hay en el público de El Puerto y de la provincia cultura pictórica?

Yo no la veo y es una pena porque hay mucho talento por las calles. En la ciudad y en la provincia hay poca atención por la cultura, por la historia. Se ve un deterioro día a día. En Italia una piedra es cuidada, porque es su historia. En España hay ciudades como Bilbao o Valencia que han tenido un cambio a mejor en los últimos treinta años pero por aquí habría que tirarle de las orejas a alguien.

¿Veremos cuadros tuyos en algún museo?

Espero que sí. Trabajo para ello pero no lo busco, llegará. Eso lo decide el público. Yo sigo trabajando.

¿Qué lugar ocupa la pintura taurina dentro de la Pintura?

Hay un espacio para la pintura taurina pero no está muy abrigada. Antes los pintores eran pintores en general y tocaban el tema taurino pero es Roberto Domingo quien cambió totalmente el lenguaje y los demás bebimos de su forma de interpretar la pintura. Por aquí sigue habiendo en los hogares muchas láminas pero no cuadros. Depende de nosotros mismos el hacer que la pintura taurina sea valorada.



¿Cómo está la pintura española actual dentro del panorama mundial?

Está muy respetada pero no creo en los galeristas. A las galerías van los que compran como inversión. Creo que hay que comprar lo que gusta y si el cliente se equivoca, se equivoca con lo que le gusta. Los galeristas apuestan por donde se mueve el mercado y pintores de valor pueden ser dejados de lado porque van por caminos distintos.

Compara la pintura española actual con la peruana.

Llevo treinta y cinco años en España y puedo hablar poco. Estoy los últimos cinco años yendo allá y veo que hay un cambio social pero pictóricamente no hay tanto cambio como en Europa. Allí van a rebufo de lo que se hace aquí. Ellos no marcan moda, se limitan a copiarla.

¿Cómo ves la fiesta de los toros en este momento?

La veo de modo positivo. Hay cambios, pero cambios en desorden. Dentro de ese cambio han llegado los antitaurinos, que están organizados mientras los taurinos no lo estamos; ellos, sin tener idea, hablan y nosotros, sabiendo, no hablamos. Por otro lado, hoy se torea técnicamente mejor que antes, pero los toreros jóvenes tendrían que aprender a vivir antes de expresarse con el toreo, para no moverse de modo mecanizado. Es la emoción lo que atrae y pone de acuerdo a cualquier espectador de cualquier parte del mundo.



¿Cómo defenderías a la fiesta delante de un extraño?

No pretendería convencerlo. Lo llevaría a una corrida para motivarlo y si lo que ve en el ruedo le convence, es buena señal. Cuando una obra, para ser comprendida, necesita ser defendida, malo; una obra de arte tiene que defenderse por sí sola.

Hasta aquí llegó más o menos la charla sobre pintura y toros con Humberto Parra, el novillero y pintor taurino. Volveremos a hablar de él otro día con motivo de cualquier exposición por esas ferias de España. Nos despedimos y él se va “a casa”, que está en El Puerto de Santa María.





lunes, 28 de noviembre de 2016

Adriano del Valle: A Álvaro Domecq

¡Qué porte! ¡Qué señorío!
¡Qué fuerte mano en la brida!
¡Qué corveta a la salida!
¡Qué aplauso en el graderío!

La espuela acelera el brío
de un bridón de pelo bayo…
El embroque, de soslayo.
Álvaro centra la Plaza.
Con el aire de su raza,
toda España está a caballo.


domingo, 27 de noviembre de 2016

Mario Vargas Llosa: Protesta taurina



En los toros hay una violencia que para muchas personas es intolerable, algo absolutamente digno de respeto. Sería un atropello brutal que alguien quisiera obligar a nadie asistir a un espectáculo que malentiende y abomina. Es menos digno de respeto, en cambio, que quienes quisieran acabar con los toros traten de privarnos de la fiesta a los que la amamos: un atropello a la libertad no menor que la censura de prensa, de libros y de ideas. Y tampoco es respetable la caricatura de la corrida como una expresión de machismo y chulería en la que se expresaría “el alma-hecha-gesto de la españolez”. No entiendo lo que esta frase quiere decir, pero sí la intención que la mueve y ella es un puro disparate. “La españolez” (una entelequia que expresaría la esencia metafísica de todo lo español) en primer lugar no existe, y, en segundo, si existiera, estaría tan fracturada respecto a las corridas de toros como sabemos muy bien que lo está España.

Lo taurino tiene un arraigo mucho mayor que la geografía castellana y llega, por ejemplo, hasta Suecia, donde, la última vez que estuve en Estocolmo, descubrí una peña taurina con varios cientos de afiliados. Ortega y Gasset y Fernando Savater han escrito ensayos que ayudan a entender la complejidad de la fiesta, su entraña sociológica, su reverberación tradicional y mítica, sus raíces psicológicas y su valencia artística. No hay nada de ridículo en utilizar la perspectiva taurina para estudiar, por ejemplo, la filiación que enlaza a España con la mitología de Creta y Grecia y llega, pasando por Goya, hasta Picasso y García Lorca, en la que destaca como protagonista la noble estampa del toro de lidia.

Pero, tal vez, para entender cabalmente estos ensayos hay que amar los toros y no odiarlos, pues el odio obnubila la razón y estraga la sensibilidad. Los aficionados amamos profundamente a los toros bravos y no queremos que se evaporen de la faz de la tierra, que es lo que ocurriría fatalmente si las corridas desaparecieran. Pero no ocurrirá, no todavía por lo menos, no mientras haya corridas que nos hagan vibrar de emoción y gratitud ante un espectáculo de tanta perfección, y nos den tanta voluntad y razones para seguir defendiéndolas contra la prohibición, la última ofensiva autoritaria, disfrazada, como es habitual, de progresismo.

(“El País”)

sábado, 26 de noviembre de 2016

José Ortega y Gasset: Epílogo para Domingo Ortega


Constituyen toro y torero lo que los matemáticos llaman un «grupo de transformación», y lo así llamado es tema de una de las disciplinas más abstrusas y fundamentales de la ciencia matemática. Y como es sabido que la geometría reclama en sus cultivadores una peculiarísima dote nativa para la intuición de las relaciones espaciales, ello acontece también con la geometría del toreo. Solo que esta es una geometría actuada. En la terminología taurina, en vez de espacios y sistemas de puntos, se habla de «terrenos», y esta intuición de los terrenos —el del toro y el del torero— es el don congénito y básico que el gran torero trae al mundo. Merced a él sabe estar siempre en su sitio, porque ha anticipado infaliblemente el sitio que va a ocupar el animal.

Todo lo demás, aun siendo importante, es secundario: valor, gracia, agilidad de músculo. El esfuerzo y un continuado ejercicio permiten que quien carece de ese don llegue a aprender algunos rudimentos de la ciencia de los terrenos y consiga realizar, sin ser atropellado, algunas suertes gruesas como los capotazos de los peones. Pero el toreo auténtico y pleno presupone ineludiblemente aquella extraña inspiración cinemática que es, a mi juicio, el más sustantivo talento del gran torero. Por eso la excelencia de este aparece inmediatamente desde sus primeras actuaciones. Tampoco el torero se hace, sino que nace.

Pero si no decimos más, esa intuición de los terrenos queda ante nosotros como un puro enigma y, ciertamente, todos los talentos tienen un fondo intransparente. Sin embargo, creo que puede esclarecerse un poco el asunto si nos preguntamos cuál es el componente primario de aquel don. La respuesta sonará al pronto con son de gran perogrullada, pero no lo es. Ese componente primario de la intuición tauromáquica no es geométrico, sino psicológico: es la comprensión del toro. No nos referimos al conocimiento de las varias propensiones que los toros manifiestan en su comportamiento. Este conocimiento no es nativo. Se adquiere en larga experiencia, en suma, se hace. La «comprensión del toro», lo que en ella se comprende cuando se comprende, es su condición genérica de toro.

Ahora bien, el toro es el animal que embiste. Comprenderlo es comprender su embestir. Esto es lo que sonará a perogrullada, porque se da por supuesto que todo el mundo «comprende» la embestida del cornúpeta. Mas el aficionado que en un tentadero se ha puesto alguna vez delante de un becerro añojo saliendo casi indefectiblemente atropellado, si reflexiona un poco sobre su fiasco caerá en la cuenta de que la cosa no es tan perogrullesca. Porque sabe muy bien que no fue el miedo la causa de su torpeza. Un añojo no es máquina suficiente para engendrar temblores. La frustración fue debida a que no «comprendió» la acometida de la res. La vio como el avance de un animal en furia y creyó que la furia del toro es, como la del hombre, ciega. Por eso no supo qué hacer y, en efecto, si el embestir fiel del toro fuera ciego, no habría nada que hacer, como no sea intentar la huida.

Pero la furia en el hombre es un estado anormal que le deshumaniza y con frecuencia suspende su facultad de percatarse. Mas en el toro la furia no es un estado anormal, sino su condición más constitutiva en que llega al grado máximo de sus potencias vitales, entre ellas la visión. El toro es el profesional de la furia y su embestida, lejos de ser ciega, se dirige clarividente al objeto que la provoca, con una acuidad tal que reacciona a los menores movimientos y desplazamientos de este. Su furia es, pues, una furia dirigida. Y porque es en el toro dirigida se hace dirigible por parte del torero.

Esto es tan sencillo de decir como de entender y se ha dicho incontables veces y se ha entendido otras tantas. Pero con ello no se ha hecho sino entender unas palabras y absorber una definición, cosas ambas que nada sirven prácticamente delante de un res brava. Lo que hace falta es comprender la embestida en todo momento conforme va efectuándose, y esto implica una compenetración genial, espontánea y valdría decir que instintiva entre el hombre y el animal.

Eso es la comprensión del toro, el don primigenio que el torero de gran fondo encuentra dentro de sí, sin saber cómo, apenas comienza a capear. Como todo lo que es elemental, suele ser dejado a la espalda cuando se intenta esclarecer el misterio de la tauromaquia, pero es evidente que solo ese don hace posible, de un lado, la intuición de los terrenos, y de otro, el valor del torero. Aquella, porque solo entonces tienen para el hombre los movimientos furiosos del toro una dirección precisa y una ley que permiten anticipar su desarrollo y acomodar a este el propio movimiento o la propia quietud.

El valor en el gran torero no tiene nada que ver con la insconsciencia de cualquier mozo insensato, sino que en todo instante se halla bien fundado, fundado en la lúcida percepción de lo que el toro esté queriendo hacer. Como la furia del astado es clarividente, lo es también el valor del diestro ejemplar. No pueden ser las cosas de otra manera para que se produzca esa sorprendente unidad entre los dos antagonistas que toda suerte normalmente lograda manifiesta. Ante la furia del bravío animal el aficionado o el mal torero se limitan, cuando más, a articular un ensayo de fuga. El torero egregio, en cambio, se apoya en esa furia como en un muelle y es ella quien sostiene su actuación. Torear bien es hacer que no se desperdicie nada en la embestida del animal, sino que el torero la absorba y gobierne íntegra.

Vicente Aleixandre: Corrida en el pueblo


Los brazos se alzan. Toro, toro, ¡embiste!
Trozos pesados de materia inerte
barren como una capa aquella sombra.
¡Ooo… lé!
¿Dónde está el toro? Un cuerno
viene en el aire.
¡Ooo… lé!

Los garapullos se levantan; bríndenle
colores frescos a un testuz cansado.
“¿Voy o no voy? Oh verde prado,
oh margaritas del ayer. Oh, corro…
La música no engaña”. ¿Qué? Algo ha ardido.
Algo sigue quemando. Oh, cielos. Alza
por vez primera su testuz al cielo,
y muge. Oh, este becerro que una mano pide.
¡Pasa! ¡Vuelve a pasar! ¿Quién manda?
La espesa tela roza largamente,
y los ollares soplan. Sangre gruesa;
un tábano. Voz sola. Ahora un silencio.
La figurilla
vuelve destacada.

Rafael Duyos: Antonio Ordóñez



Estaba la verónica esperando
que se abriese un percal con maestría
y le diera a la sal de Andalucía
coraje y miel que andaban ya faltando…

Estaba la muleta -¿desde cuándo,
desde Juan y José…?- sin luz ni guía,
sin saber a qué joven dinastía
la Tauromaquia ofrendaría el mando…

Y de Ronda llegó el que, en una sola,
viejas escuelas junta al nuevo modo,
¡y Córdoba y Sevilla, enmudecieron!

Y una espada con temple a la española,
mostró que Antonio Ordóñez lo era ¡todo!,
¡señor y rey tras los que ayer lo fueron!

Francisco Montero Galvache 1: Chicuelina


Caracol o faralá
a la hombrera o la rodilla,
ola de azucena, brilla
en la mar del allá va,
esa espuma o ajajá
con que en la capa germina,
nieto de la serpentina,
ese alegre girasol,
celda torera del sol,
al que llaman chicuelina.

José Zorrilla: El picador



Con el hirviente resoplido moja
el ronco toro la tostada arena,
la vista en el jinete, alta y serena,
ancho espacio buscando al asta roja.

Su arranque, audaz a recibir se arroja
pálida de valor la faz morena,
e hincha en la frente la robusta vena
el picador, a quien el tiempo enoja.

Duda la fiera, el español la llama,
sacude el toro la enastada frente,
la tierra escarba, sopla y desparrama;

le obliga el hombre, parte de repente,
y herido en la cerviz, húyele y brama,
y en grito universal rompe la gente.

Geredo Diego: Torerillo en Triana


Torerillo en Triana,
frente a Sevilla.
Cántale a la sultana
tu seguidilla.

Sultana de mis penas
y mi esperanza.
Plaza de las Arenas
de la Maestranza.

Arenas amarillas,
palcos de oro.
Quién viera a las mulillas
llevarse el toro.

Relumbrar de faroles
por mí encendidos.
Y un estallido de oles
en los tendidos.

Arenal de Sevilla,
Torre del Oro.
Azulejo a la orilla
del río moro.

Azulejo bermejo,
sol de la tarde.
No mientas, azulejo,
que soy cobarde.

Guadalquivir tan verde
de aceite antiguo.
Si el barquero me pierde
yo me santiguo.

La puente no la paso,
no la atravieso.
Envuelto en oro y raso
no se hace eso.

Ay, río de Triana,
muerto entre luces.
No embarca la chalana
los andaluces.

Ay, río de Sevilla,
quién te cruzase
sin que mi zapatilla
se me mojase.

Zapatilla escotada
para el estribo.
Media rosa estirada
y alamar vivo.

Tabaco y oro. Faja
salmón. Montera.
Tirilla verde baja
por la chorrera.

Capote de paseo.
Seda amarilla.
Prieta para el toreo
la taleguilla.

La verónica cruje.
Suenan caireles.
Que nadie la dibuje.
Fuera pinceles.

Banderillas al quiebro.
Cose el miura
el arco que le enhebro
con la cintura.

Torneados en rueda,
tres naturales.
Y una hélice de seda
con arrabales.

Me perfilo. La espada.
Los dedos mojo.
Abanico y mirada.
Clavel y antojo.

En hombros por tu orilla,
Torre del Oro.
En tu azulejo brilla
sangre de toro.

Si salgo en la Maestranza,
te bordo un manto,
Virgen de la Esperanza,
de Viernes Santo.

Adiós, torero nuevo,
Triana y Sevilla,
que a Sanlúcar me llevo
tu seguidilla.

José Mª Pemán: El pase natural



Natural, escultural.
El brazo tenso, una cuerda de violín,
haciendo de la mano izquierda un jazmín,
lentamente su camino,
entre el cuerno y el destino,
lento, breve, quieto, fino,
con elegante alegría.
Eso es toda Andalucía.
Entre la vida y la muerte, la suerte,
ligera como una flor o un cristal.
Y el peligro y el valor y la trampa:
¡Natural!

Joaquín Sabina. Al maestro Antoñete


Esta tarde la sombra está que arde,
esta tarde comulga el más ateo,
esta tarde Antoñete (dios lo guarde)
desempolva la momia del toreo.

Esta tarde se plancha la muleta,
esta tarde se guarda la distancia,
esta tarde el mechón y la coleta
importan porque tienen importancia.

Esta tarde clarines rompehielos,
esta tarde hacen puente las tormentas,
esta tarde se atrasan los mundiales.

Esta tarde se mojan los pañuelos,
esta tarde, en su patio de Las Ventas,
descumple años Chenel por naturales.

Federico García Lorca 2: La sangre derramada



¡Que no quiero verla!

Dile a la luna que venga,
que no quiero ver la sangre
de Ignacio sobre la arena.

¡Que no quiero verla!

La luna de par en par.
Caballo de nubes quietas,
y la plaza gris del sueño
con sauces en las barreras.

¡Que no quiero verla!
Que mi recuerdo se quema.
¡Avisad a los jazmines
con su blancura pequeña!

¡Que no quiero verla!

La vaca del viejo mundo
pasaba su triste lengua
sobre un hocico de sangres
derramadas en la arena,
y los toros de Guisando,
casi muerte y casi piedra,
mugieron como dos siglos
hartos de pisar la tierra.
No.
¡Que no quiero verla!

Por las gradas sube Ignacio
con toda su muerte a cuestas.
Buscaba el amanecer,
y el amanecer no era.
Busca su perfil seguro,
y el sueño lo desorienta.
Buscaba su hermoso cuerpo
y encontró su sangre abierta.
¡No me digáis que la vea!
No quiero sentir el chorro
cada vez con menos fuerza;
ese chorro que ilumina
los tendidos y se vuelca
sobre la pana y el cuero
de muchedumbre sedienta.
¡Quién me grita que me asome!
¡No me digáis que la vea!

No se cerraron sus ojos
cuando vio los cuernos cerca,
pero las madres terribles
levantaron la cabeza.
Y a través de las ganaderías,
hubo un aire de voces secretas
que gritaban a toros celestes,
mayorales de pálida niebla.

No hubo príncipe en Sevilla
que comparársele pueda,
ni espada como su espada,
ni corazón tan de veras.
Como un río de leones
su maravillosa fuerza,
y como un torso de mármol
su dibujada prudencia.
Aire de Roma andaluza
le doraba la cabeza
donde su risa era un nardo
de sal y de inteligencia.
¡Qué gran torero en la plaza!
¡Qué gran serrano en la sierra!
¡Qué blando con las espigas!
¡Qué duro con las espuelas!
¡Qué tierno con el rocío!
¡Qué deslumbrante en la feria!
¡Qué tremendo con las últimas
banderillas de tiniebla!

Pero ya duerme sin fin.
Ya los musgos y la hierba
abren con dedos seguros
la flor de su calavera.
Y su sangre ya viene cantando:
cantando por marismas y praderas,
resbalando por cuernos ateridos,
vacilando sin alma por la niebla,
tropezando con miles de pezuñas
como una larga, oscura, triste lengua,
para formar un charco de agonía
junto al Guadalquivir de las estrellas.

¡Oh blanco muro de España!
¡Oh negro toro de pena!
¡Oh sangre dura de Ignacio!
¡Oh ruiseñor de sus venas!
No.
!Que no quiero verla!
Que no hay cáliz que la contenga,
que no hay golondrinas que se la beban,
no hay escarcha de luz que la enfríe,
no hay canto ni diluvio de azucenas,
no hay cristal que la cubra de plata.
No.
¡¡Yo no quiero verla!!

Francisco Bejarano: El torero

¡Cuidado! Que está la Muerte
en los altos miradores
y un paso en falso pudiera
precipitarte en la Noche.

¿La noche? Si está la tarde
cubierta de resplandores
y el oro de mi vestido
teje un escudo de soles.

¡Cuidado! ¡Ay!,ya la Muerte
por oscuros corredores
lleva una rosa escarlata
fría en sus manos insomnes.

Francisco de Quevedo: A la fiesta de toros en día de nieve



Llueven calladas aguas en vellones
blancos las nubes mudas; pasa el día,
mas no sin majestad, en sombra fría,
y mira el sol, que esconde, en los balcones.

No admiten el invierno corazones
asistidos de ardiente valentía;
que influye la española monarquía
fuerza igualmente en toros y rejones.

El blasón de Jarama, humedecida,
y ardiendo, la ancha frente en torva saña,
en sangre vierte la purpúrea vida.

Y lisonjera al grande rey de España,
la tempestad, en nieve obscurecida,
aplaudió al brazo, al fresno y a la caña.

Carlos Murciano: Niños y toros


Un celeste torerillo
vestido de verde y oro
se ha puesto a jugar al toro
en la mitad del anillo.
Torilero: abre el portillo,
que verdad no hay más que una
y así, si tiene fortuna
mañana dirá la crónica
que le dio media verónica
al Veragua de la luna.

miércoles, 16 de noviembre de 2016

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Alfonso X el Sabio: Las Siete Partidas

"Venadores ni cazadores no deben ser los clérigos de cualquier orden que sean, ni deben tener azores ni halcones, ni canes para cazar, pues desaguisada cosa es gastar en esto lo que tienen que dar a los pobres, pero bien pueden pescar y cazar con redes, y armar lazos, pues tal caza como esta no les es prohibida porque la pueden hacer sin canes, sin aves y sin ruido; mas con todo eso deben usar de ella de manera que no se les impida por ella las oraciones, ni las horas que tienen que decir. Otrosí no deben correr monte, ni lidiar con bestia brava, ni aventurarse con ellas por precio que les den, pues el que lo hiciese sería de mala fama, pero si las bestias bravas hiciesen daño en los hombres o en las mieses o en los ganados, los clérigos entonces bien las pueden acosar y matar si les acaeciere" (Partida Primera, Título 6, Ley 47).

martes, 15 de noviembre de 2016

Estadística taurina de 2016

El año 2016 tiene para la tauromaquia española varios signos destacados. Por una lado podemos señalar que artísticamente ha emergido una nueva hornada de grandes toreros, que jurídicamente el Tribunal Constitucional ha dictaminado que los toros no se pueden prohibir ni en Cataluña ni en ningún otro lugar de España y que la nota negra ha sido la muerte del torero Víctor Barrio en julio. Por otro lado están las cifras frías de las estadísticas; el mercado taurino ha caído pero no tanto como otras disciplinas culturales.

El número de festejos mayores (corridas de toros, novilladas, toreo a caballo y festivales benéficos) cayó un 8,3% con respecto a 2015. Se han celebrado 1.050 tardes de toros, 95 menos. Al tiempo, los "festejos populares" están marcando récords históricos y se han disparado más del 16% en los dos últimos años, ya que muchos municipios pequeños están optando por sustituir las novilladas por encierros, que son más baratos.



Las corridas de toros han sido este año 443, 7 menos que en 2015 (-1,5%). Para ver la medida de esta cifra recordemos que en los 80, que no se considera un decenio de decadencia, la media fue de 476 corridas anuales, cifra parecida a la de este año. Los festejos de rejones han totalizado 195 (-4,8%) y se han celebrado 216 novilladas con picadores, 42 menos que el año anterior (-16,3%). Además, los festivales se han desplomado un 15,5%, por los costes que acarrean.

La reducción de los festejos celebrados en las plazas de toros se ha concentrado en cuatro autonomías: Madrid, Castilla-La Mancha (que se convierte en la más taurina de España, con 200 festejos), Castilla y León y Extremadura, que han celebrado 100 festejos menos que en 2015. En el resto de España, la tauromaquia repunta. No olvidemos que se han anulado muchascorridas por causas políticas, pero, al igual que el Constitucional, los juzgados locales han determinado en 2016 de forma categórica que abolir excede la "discrecionalidad municipal".

domingo, 23 de octubre de 2016

Charla con Santi Ortiz

Santi Ortiz: “Ante un toro se siente respeto y admiración, no lástima”

Entrevista al autor afincado en Sanlúcar, que acaba de publicar el libro “El toreo frente al mundo”



Santi Ortiz (Huelva, 1949) vive como un jubilado juvenil, entregado a lo que le gusta. Torero, profesor, periodista y escritor, es sobre todo aficionado y disfruta de su afición intensamente en su tierra adoptiva de Sanlúcar de Barrameda, esa ciudad de la que quedó prendado el mismo momento en que la conoció. Quedamos citados con él para hablar de su último libro, “El toreo frente al mundo”, recién salido de las máquinas. La cita será a orillas del río Guadalquivir, en donde él puede echar de vez en cuando una mirada a lo lejos, una mirada dirigida a su tierra natal de Huelva, no sin haber pasado antes por la puerta de la plaza del Pino para rendirle un saludo de buenas tardes. Buenas tardes, como las buenas tardes pasadas viviendo en ella la afición a la Fiesta.



- Háblanos de tu infancia y de cómo surgió la afición.

Nací en Huelva y viví en la Cuesta del Carnicero, por donde pasaban los cabestros para el "manifiesto” de los días en que había corridas. No he tenido ningún antecedente taurino, aunque mi padre era aficionado y me llevaba a los toros desde que tenía tres años. En el colegio era mal estudiante pero, a los once años, en una capea se me metió el gusanillo de los toros. Mi padre me ofreció trabajar en su comercio de tejidos y yo, encantado. Con un primo de un novillero y el hijo de un torilero me escapaba al campo. En las capeas de Trigueros del año 19961 me puse delante de unas vacas y pasé mucho miedo aunque ahí hubo algo que me enganchó. Con dieciséis años me fui a Salamanca y, con el apoyo del padre del torero Francisco Barroso, empiezo a torear.

- ¿Cómo fue tu etapa de novillero y cómo recuerdas tu alternativa?

Fue como novillero cuando tuve más éxitos, pero había cosas que no aceptaba y me aburrí. Me puse a estudiar a marchas forzadas el bachillerato y marché a Sevilla para estudiar la carrera de Ciencias Físicas. Una vez acabé la carrera me fui a hacer la mili en Zaragoza, donde trabé amistad con un novillero de Huelva, Antonio Batalla, que me hizo revivir el gusanillo. En 1979 reaparecí en Huelva con una novillada de Manolo González, alternando con Pepe Luis Vázquez y Salvador Ortega, y ahí retomé la actividad taurina. Tomé la alternativa pero ya era a destiempo. La tarde de la alternativa pegué un petardo muy gordo en el segundo toro; aunque en el primer toro estuve bien, aquel día comprendí que no tenía nada que hacer.



- ¿Cómo se ha desarrollado tu vida profesional en la enseñanza?

Estuve trabajando siete años en la universidad y luego preparé oposiciones para Enseñanzas Medias. Pasé por varios destinos, Campillo, Cantillana, Sevilla, Morón, y luego estuve un año en Madrid trabajando en la revista “Euroliceo”. Finalmente obtuve por concurso plaza en el instituto “Cristóbal Colón” de Sanlúcar de Barrameda, donde he estado hasta que me he jubilado.

- ¿Cómo empezaste a escribir y qué has escrito?

Empecé a escribir el año 1992 con el artículo “Morir en Sevilla” cuando la muerte de mi amigo Soto Vargas. Me ficharon para la revista “6Toros6” y empecé a escribir de toros hasta hoy. En Santander, con motivo de mi participación en unos coloquios, alguien me dijo que plasmara en un libro didáctico lo que estaba explicando allí; así surgió “El arte de ver toros”, publicado en 1999. Posteriormente he escrito “Lances que cambiaron la Fiesta”, “Y de testigo, la Giralda”, “José Tomás, el regreso de la Estatua”, “La temporada 2009 de José Tomás” y “Belmonte, un siglo de su alternativa”, además de mi participación en la obra colectiva “Los toros hacia el tercer milenio”.

- Este libro de ahora, “El toreo frente al mundo”, ¿le debe algo al pregón de la Feria del Caballo en Jerez?

En el pregón de Jerez expuse la idea de que la Fiesta estaba siendo maltratada y la repetí en el de El Puerto y el de Valverde, como la repetiré en el próximo de Almería. Un pregón o un libro no pueden ser adornos sino reivindicaciones. La situación se ha agravado y he sentido la necesidad de escribir un libro no para defender la Fiesta, que no necesita defensa, sino para aclarar. Se le ha robado la palabra a los defensores de la Fiesta; estamos vetados de hecho en cualquier foro que no sea la prensa taurina. Publicar este libro me ha costado peregrinar por varias editoriales, e incluso me han aconsejado publicarlo dentro del mundo taurino. Sin embargo mi intención era saltar la valla y dar a conocer el toreo al exterior desde el punto de vista racional. La situación en que estamos y el descrédito que le han dado al toreo por ciertos intereses económicos explican que hablemos de robo de la palabra. La desruralización de la sociedad lleva a un desconocimiento de nuestro mundo pero hay algo más que lleva a una posición contraria; son el animalismo, el separatismo y una evolución de los partidos de izquierda.



- ¿Están distanciados los intelectuales y la juventud de la Fiesta?

No se puede generalizar en ninguno de los dos casos. Sin embargo, me permitirás decir que los intelectuales españoles están en su torre de marfil, alejados de los toros y de mil cosas más. Esa intelectualidad de antes, que estaba viva, ahora no la veo por ningún lado. La juventud es fruto de su tiempo y de lo que le llega. Su espíritu crítico está de capa caída y reina el irracionalismo; basta ver el bajo nivel de los jóvenes que se ve en las redes sociales. Su relación con los toros está como su relación con otras cosas.

- ¿La Fiesta no ha sido tratada anteriormente con rigor intelectual?

Seguro que sí, pero lo cierto es que, como nunca hemos estado con la situación de ahora, hemos hablado más con el corazón que con la cabeza. Ortega y Gasset decía que sobre los toros se ha hablado siempre desde el punto de vista del aficionado pero es necesario un discurso racional e intelectual del toreo para esclarecerlo. Ése es el empeño que me ha llevado a este libro.

- ¿Cuánto tiempo te ha llevado escribir “El toreo frente al mundo”?

Escribir, escribir, no mucho pero tomar notas sí. Hace tiempo tenía idea de escribir un libro basado en la frase “Me estoy muriendo igual que Manolete” de Carnicerito de Méjico dicha, como muestra de orgullo, a Conchita Cintrón. Este libro de ahora empezó como derivación de esa idea, a la vista de que las cosas han empezado a ir de la manera actual: los ataques a los toros vienen de una profunda ignorancia y, además, en el movimiento animalista hay acciones terroristas.



- ¿Cómo has planteado el libro? ¿Por qué el torero requiere un discurso propio?

Hay dos partes. La primera, quince capítulos, trata de esclarecer el toreo de manera intelectual; los catorce siguientes capítulos tratan de desmontar el discurso antitaurino en sus tres vertientes, el animalismo, el nacionalismo separatista y la progresía posmoderna. El toreo requiere un discurso propio porque, en sus distintos apartados, presenta características que no responden exactamente a los requisitos que requieren las definiciones que aportan otros campos del conocimiento, otros discursos. El toreo es arte, es cultura, es lucha, es rito..., pero todo junto; por eso es una singularidad.

- Siempre ha habido antitaurinos. ¿En qué se diferencian los actuales de los del pasado?

Los hacen distintos las motivaciones. Los de antes se oponían a los toros por una sensibilidad humanista respetable. Ahora existe una sensibilidad animalista que pone al animal por encima del hombre, lo cual no es tan respetable. Este tipo de sensibilidad no ha existido nunca.

- ¿Hay alguna relación, en el plano de las ideas no en el político, entre el animalismo y un postmarxismo tras la caída del Muro de Berlín?

En el libro hablo de las bases del antitaurinismo y las sitúo no en la caída del Muro sino en Mayo del 68. Hay un momento en que la izquierda pierde la idea de la Revolución y aparecen cosas sustitutorias, marginales, que van dando carácter a la progresía. De esos polvos vienen estos lodos. No situaría las bases en el postmarxismo. Si antes estaba el movimiento hippy estos jóvenes de ahora buscan otras cosas, la vida naturista por ejemplo. Desde 2014 el antitaurinismo está sustentado en la industria más rentable del mundo, más incluso que el petróleo; es la industria de las mascotas.



- ¿En qué concuerdan el animalismo y el separatismo que tenemos en España?

Hay muchas concordancias. Una es la falta de argumentación, sustituida por un exceso de eslóganes (tortura no es cultura, España nos roba; el derecho a decidir, los derechos de los animales). Otra es la atribución de una representación que no se les ha otorgado (los independentistas hablan por todos los catalanes; los animalistas hablan por los que no tiene voz). Además, los dos parten de simplificaciones metafísicas (unos hablan en nombre de los intereses de Cataluña, como si no hubiera variedad de intereses; otros hablan del bienestar animal, sin separar el de la oveja del bienestar del lobo).

- ¿Son los animalistas la Inquisición de hoy?

El animalismo es un fanatismo. Son censores, dogmáticos, maniqueos y autoritarios; no tienen espíritu crítico; tienen odio a la diferencia. Reúnen las características inquisitoriales aunque aún no tienen la fuerza que tenía la Inquisición.

- ¿Desaparecerá la Fiesta?

No lo veo. Cuando desaparezcan los críticos todavía habrá alguien por ahí toreando toros.



- ¿Qué le dices a un extraño cuando le hablas de los toros con tu corazón?

Primero intentaría llevar la conversación racionalmente. Luego aparecerían mis sentimientos. Entre otras cosas, desde luego, le diría que no sentiría pena del toro. Es un animal temible y luchador, que te mete los ojos en el alma. Ante un animal así se siente respeto y admiración, no lástima.

- ¿Cómo ves el momento actual del toreo?

Preocupante e ilusionante. Por un lado hay cosas preocupantes, como que se está perdiendo la buena educación taurina con detalles antes impensables; por ejemplo, los toreros tienen la costumbre de hablar con los periodistas en el callejón durante la faena de un compañero. También está la forma de elaborar los carteles, que impide la renovación. Esas cosas son indicio de otras más graves. Sin embargo, por otro lado hay otras ilusionantes, como la presencia de toreros jóvenes, digamos Roca Rey o Ginés Marín, que están llamando al mañana y garantizando una continuidad.

- ¿Qué quieres decir aparte de lo que te hemos preguntado?

Sólo diré que no es un clásico libro de toros sino que excede lo meramente taurino. Debería ser leído no sólo por los aficionados sino por las personas que tengan cierta formación cultural y quieran penetrar en la problemática actual de la Fiesta.




miércoles, 19 de octubre de 2016

El patinador torero

El campeón mundial de patinaje artístico Javier Fernández ha sido galardonado con la IV edición del trofeo nacional a la promoción y fomento de la tauromaquia 2016, que concede la Unión de Federaciones Taurinas de Aficionados de España (UFTAE), según ha informado este martes este organismo en un comunicado.

La UFTAE, organización que concita al mayor colectivo de peñas, clubes y asociaciones taurinas a nivel nacional, y que preside Jorge Fajardo, ha tenido en cuenta la "enorme importancia y difusión para la promoción de la tauromaquia y de la cultura española a nivel internacional" que ha llevado a cabo Fernández en muchas de las competiciones en las que ha participado.

El campeón del mundo español ha elegido en numerosas ocasiones el traje de luces como indumentaria para la puesta en escena de sus ejercicios, apoyados, asimismo, por una música también de notable arraigo taurino, llevando de esta manera la tradición taurina a muchos países eslavos, escandinavos y anglosajones.

De esta manera, para la UFTAE es un "verdadero honor" conceder este galardón a una persona que ha servido "de gran estímulo" para la afición en unos momentos difíciles para una disciplina, la tauromaquia, tan criticada y enjuiciada en estos tiempos.

El trofeo, una obra en bronce del escultor valenciano Raúl Hernández Bonaviña, fue concedido en las tres ediciones anteriores al ganadero Victorino Martín (2013), al dramaturgo, autor y director teatral Albert Boadella (2014), y, más recientemente, a la infanta Elena (2015).

martes, 11 de octubre de 2016

Homenaje del western a la Fiesta Brava



Con la película "Los siete magníficos" el género cinematográfico del western hace un homenaje a la Fiesta Brava.