domingo, 25 de febrero de 2018

Miguel de Cervantes 2: Don Quijote

Don Quijote Segunda parte capítulo XVII. De donde se declaró el último punto y extremo adonde llegó y pudo llegar el inaudito ánimo de don Quijote con la felizmente acabada aventuradelos leones"

"Bien parece un gallardo caballero a los ojos de su rey, en la mitad de una gran plaza, dar una lanzada con felice suceso a un bravo toro".

sábado, 24 de febrero de 2018

Alfonso Camín: Si yo fuera torero

Si yo fuera torero
brindaría por ti de esta manera:
por la mujer que quiero;
por esa majestad y maravilla
de luna, de mujer y primavera,
que abraza con los ojos la mantilla
y aroma como un nardo la barrera.
Por la que tiembla cuando sale el toro,
estruja entre sus manos los claveles,
lleva al pecho palomas en azoro
y se la anida al corazón la pena;
prefiere mi quietud a mis laureles,
no escucha los aplausos en la arena;
y al acabar la fiesta, cuando pasa
primaveral y airosa, ente la gente,
lleva desde el tendido hasta la casa,
los labios de reír como una fuente,
los ojos de llorar, como una brasa…



José García Nieto: Monosabio

Bastardo de amapola, galán paje,
escudero en el filo de la suerte,
anticipada sangre para hacerte
agilísima forma del coraje.

Falta alamar o seda por tu traje,
no brío por tu brazo que convierte
la lanza en caña, el peso de la muerte
en ligereza y salto de abordaje.

Efímero habitante en las miradas,
personaje tercero y sin cautela,
derrochador de gracias olvidadas.

En el toro tu sombra vela, y vela
tu vida por la estrella de la espuela.
¡Oh, doncel de baraja sin espada!


jueves, 22 de febrero de 2018

Homenaje a Jerónimo Roldán en El Puerto de Santa María

El 10 de enero de 2014 la Peña Taurina "José Luis Galloso" dedicó, en su gala anual, un homenaje al periodista Jerónimo Roldán Rosa. Fui ivitado, junto a David Gallardo, a hacer la laudatio de Jerónimo. Aquí pongo mi texto:

Agradezco a la Peña José Luis Galloso esta oportunidad que me da de justificar este reconocimiento a la trayectoria profesional de Jerónimo Roldán como periodista taurino.

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Quién me iba a decir a mí que iba a estar ante este atril y ante auditorio tan cualificado. Hace tiempo yo, casi un niño todavía pero ya, desde luego, irredento aficionado allá en la provincia de Cáceres, me quedaba pendiente de la radio en la cocina matancera de la casa familiar en mi pueblo, un pueblo pequeño pero con gran raigambre taurina. No me importaban las noticias futbolísticas; lo que esperaba todos los domingos por la noche eran los programas taurinos de Radio Nacional (que empezaban con “El Gato Montés”) y el de la Cadena Ser, en donde era casi habitual oír aquello de “escuchamos la crónica de nuestro compañero Jerónimo Roldán”. Ya ven, ahora frecuento, a través de la presencia física, no a través de las ondas, su quehacer profesional, su vida personal y principalmente su dedicación al mundo de la Fiesta.



Y especial dedicación tuvo a la centenaria Plaza Real ya desde sus crónicas taurinas de ABC Sevilla. En Radio Jerez dirigió el programa 'Los Toros' de carácter semanal hasta 2001.



Lleva treinta años transmitiendo las corridas de El Puerto, de Jerez y de Sanlúcar desde el callejón. En los últimos veinte alterna las transmisiones con los coloquios en directo, que modera desde los principales hoteles de las citadas ciudades.



En 1971 conoció la iniciativa del periodista Manuel Alonso Vicedo que cuajó en un proyecto en el que Jerónimo se volcó por hacer realidad el Monumento al Toro, que se ubica a las puertas de la plaza de El Puerto.



Como hecho memorable, Francisco Rivera “Paquirri” el 23 de septiembre de 1984 –dos días antes de la tragedia de Pozoblanco- le brindó el último toro que lidió en Jerez. Hago ahora públicas las palabras del torero: “Te quiero brindar la muerte de este toro porque tú eres un tío positivo para la Fiesta”.



Poco después, intervino junto al maestro Rafael Ortega en todos los pasos iniciales para levantar el Monumento a Paquirri en los aledaños de la plaza de toros.



Destaca una exclusiva suya que circuló por todo el país. Fue la última entrevista que concedió en público José Tomás, en el verano del 2000, en un coloquio de la tertulia taurina El Monasterio tras la triunfal actuación en la plaza portuense.



Desde 2001 cumple su obligación como redactor de informativos de Onda Jerez Radio y Televisión destacando un programa radiado (“Fiesta de Toros”) de 30 minutos de duración, de lunes a viernes, durante todo el año. Además, participa con noticias taurinas los martes en Televisión.



Un aspecto especial de la personalidad de Jerónimo es su atención a los datos, a las fechas, a los nombres, así como su capacidad de recordarlos todos con una claridad tal como si todo el pasado fuera presente. Si un ganadero de ahora le pregunta cuándo se lidió una corrida de la época de su padre, él no sólo le responde inmediatamente con la fecha sino que la adorna con los nombres del cartel y con el resultado artístico pormenorizado. Jerónimo es la historia personificada y andante del toreo en la provincia de Cádiz. No es únicamente porque ya lleva unos años viviendo en esto sino por la pasión que pone en vivirlo.



Durante cuarenta y nueve años de periodismo ha participado en toda clase de acontecimientos sociales, políticos, deportivos, artísticos y taurinos con total desinterés y sin percibir remuneración económica alguna. Este carácter desprendido se lo reconoce todo el mundo pero no todo el mundo sabe que la otra cara de su carácter es ser un sentimental.

Probablemente, mañana, después de este reconocimiento de la Peña Galloso, Jerónimo va a seguir siendo el mismo, pero no cabe duda de que la nómina de premiados en la historia de estas galas gallosistas se ve enriquecida con la incorporación de su nombre, de la misma manera que se ve enriquecida la …“FIESTA DE TOROS… CON JERÓNIMO ROLDÁN”.




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miércoles, 21 de febrero de 2018

Francisco Montero Galvache 2: Mayoral

Embajador del reino ganadero,
gastador del honor de la corrida,
baja, gentil, al ruedo, a la florida
alfombra de claveles del albero.

Comparte las palomas del torero
en la vuelta de oro, y deja unida
la noble mano sierva, a la rendida
cortesía del ala del sombrero.

Señor de una nobleza de zahones,
a la lealtad erige por venera
de sus fieles florones mayorales.

Y por el rumbo de las ovaciones,
vuelve a la para de su canción campera
para alentar con ella a sus erales.





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Rafael Duyos: La Chata

De prisa que no llegamos, dame la mantilla blanca
Que run run por los salones del Palacio de Quintana !
Mayo y tarde de domingo, en el piano una sonata
se le deshacen los dedos, gordezuelos, a la Infanta
” Maestro Saco del Valle, tanto Beethoven ¡ me carga !
os lo digo sin rodeos, Chopin si me llega al alma.
Mientras me visto, tocad este nocturno. Caramba !
son las cuatro menos cuarto ¡ no llegamos a la plaza !
Las Damas transmiten órdenes, el coche a las cuatro,
pasan las doncellas con el traje de Su Alteza ¡ Lila y grana !
con encajes de bruselas apretando cuello y mangas
y rematando la orilla manola de la gran falda.
Mientras la visten no cesa de hablar la Señora Infanta
” Dame el abanico verde de Mercedes mi cuñada ¡
el que ella llevó a los toros, cuando era Reina de España !.
No, no quiero ese collar, ni esos pendientes, no, no, nada
unos claveles prendidos en el pelo y, ¡ a la plaza !
Vamos, deprisa, ligeros, que las cuadrillas no aguardan
“¡ Ah, recuerda que Romanones, viene a merendar mañana ”
¡ Armas, Armas a Su Alteza, grita el Teniente de Guardia
Flecha de seda y charol, sale el landó de la Infanta
y a ritmo de paso doble, van las yeguas alazanas,
llevando a Doña Isabel de Borbón, casi en volandas,
Princesa, Bailén, Mayor, Alcalá, ” Dame el programa”,
Ajá, hoy torea mi torero, ¿ Cual es tu torero Juana ?”
El mío es el Gallo, Alteza ¡ Huy el Gallo, quien lo pensara !
Torero gracioso, pero, no te arriendo la ganancia
Yo de Vicente Pastor. Huy, qué raro, Antonio Maura.
Adiós, adiós, ¡ cuánta gente !. La reina se queda en casa,
pretextando una jaqueca, los toros le asustan ¡ Vaya !
Ya estamos ¿ Y mi abanico ?. Junto al coche de la Infanta,
la gente se arremolina, buenas tardes, muchas gracias !!!
¿ Qué tal Arbox ? ¿ A los toros ?. No faltaré esta semana
quiero asistir al estreno que anuncias de ese tal…..Falla !
¿ Qué hay Benlliure ?. Hola, Tamames, con Dios Duque de Veragua
Ya, ya sé que los toros que hoy se lidian son de tu casa.
Abren paso como pueden los de la Guardia Montada
” Quitasoles, abanicos, almohadillas, naranjadas !!!!!”
” Qué hay Empresario ¿ Contento ?. Vengo yo sola ¡ Más ancha !
Si, si, que me brinden toros. No, no, al contrario. ¡ Me agrada !
” Yo traía en previsión, tres pitilleras de plata”
La Infanta llega a su palco y al entrar, toda la plaza
puesta en pié se arremolina, batiendo alegre las palmas,
mientras la Marcha de Infantes resuena en las altas gradas,
y el sol pone al rojo vivo las barreras encarnadas.
En la andanada de sol, con popular algazara
los morenos se alborotan y gritan ¡ Viva la Chata !
Y en los tendidos de sombra, las cabezas inclinadas
se rinden por un segundo ante su augusta mirada.
Cuando se sienta Isabel, resuena el clarín de plata,
y entre un clamor de cuadrillas cruzan la arena dorada,
Pastor, Machaco y el Gallo, un trío de rompe y rasga.
La Almudena, la Mezquita y un poquito de Giralda.
La corrida se desliza, bien y mal, ¡ una de tantas !
Doña Isabel de Borbón, tras de la regia varanda
bulle, ríe, palmotea y hasta jalea en voz baja
y, rompeindo el protocolo, más de un olé se le escapa
con el acento chispero que suspira en su garganta,
cuando Rafael el Gallo, tras su clásica espantada
se adorna por bulerias con la larga farolada.
La Infanta, luego al salir, la tarde ya de oro y malva
desde Alcalá por Cibeles remonta en la Castellana,
Dan una vuelta y por Genova suben después hacía casa.
En Glorieta de Bilbao, al pasar piden horchata
en un puesto en que se le antoja beber ¡ No pueden pagarlo !
No llevan ni un perro chico. ¡ Apuros de la Azafata !
La Infanta y el Horchatero, ¡ rien de muy buena gana !
” Ya te pagaré otro día “- ¿ Pagarme ? ¡ Esta convidada !
Yo estoy pagao con solo verla a Vd. en mi casa
y con poner un letrero ” Proveedor de la Infanta ”
Palmoteos, sombrerazos, el coche sigue su marcha.
¡ Fijaos, la Infanta Isabel, mirad, mirad, si es la Chata !
Cuando llegan a Palacio, la tarde ya declinaba
un organillo en la esquina, con ritmo alegre desgrana
notas del Cabo Primero, mientras presentan sus armas,
al paso de la Señora, los soldados de su Guardia.
¡ Vamos que hay cena en Palacio y en Real la Traviata !
Como siempre llegaremos al Acto segundo. ¡ Ah ! llama
pregúntale por teléfono a la Empresa de la Plaza
para el domingo que viene que corrida nos prepara
Yo quizá no pueda ir, con esto de ser Infanta,
¡ Demonios de protocolo ! No me negarás mi Dama,
que este Vicente Pastor es el manda en España.
Sshht. Se entiende después del Rey, ¿ Como dices ?
Si, si, claro. La noche es noche de alhajas.
Quiero el collar de chatones, y ese broche de esmeraldas,
quiero epatar a esa tonta Embajadora de Francia.
En fin, vamos a Palacio. Ay…. con lo bien que se está en casa.
O como mi hermano hacía cenando por esas tascas, de tapadillo.
Ay, era un hombre que, aún siendo Rey, se saltaba las cosas a la torera.
” Ay Madre y Señora, quien volver a nacer lograra
para ser solo mujer, en vez de nacer Infanta “.
Unos segundos después, con sus sobrinos estaba.
Las dos Reinas impacientes se acercan para besarla.
Chicoleo con los Nobles, sonrisa a la Diplomacia,
taconazos de saludo, golpe de las alabardas.
¡ Paso a su Alteza Real, La Infanta Isabel de España
Fuera, en la Plaza de Oriente, las violetas pregonaban
Y heraldo con la corrida ¡ Del Santo ! Fresquita el agua !!!!
Y un Chavea, un raterillo con la colilla apagada
por la calle de Arrieta arriba decía:
¡¡¡ HE VISTO A LA CHATA !!!

Rafael Duyos, 1953

Federico García Lorca 3: Corrida en Ronda

En la corrida más grande
que se vio en Ronda la vieja.
Cinco toros de azabache,
con divisa verde y negra.
Yo pensaba siempre en ti;
yo pensaba: si estuviera
conmigo mi triste amiga,
mi Marianita Pineda.
Las niñas venían gritando
sobre pintadas calesas
con abanicos redondos
bordados de lentejuelas.
Y los jóvenes de Ronda
sobre jacas pintureras,
los anchos sombreros grises
calados hasta las cejas.
La plaza, con el gentío
(calañés y altas peinetas)
giraba como un zodíaco
de risas blancas y negras.
Y cuando el gran Cayetano
cruzó la pajiza arena
con traje color manzana,
bordado de plata y seda,
destacándose gallardo
entre la gente de brega
frente a los toros zainos
que España cría en su tierra,
parecía que la tarde
se ponía más morena.
¡Si hubieras visto con qué
gracia movía las piernas!
¡Qué gran equilibrio el suyo
con la capa y la muleta!
Ni Pepe-Hillo ni nadie
toreó como él torea.
Cinco toros mató; cinco,
con divisa verde y negra.
En la punta de su estoque
cinco flores dejó abiertas,
y a cada instante rozaba
los hocicos de las fieras,
como una gran mariposa
de oro con alas bermejas.
La plaza, al par que la tarde,
vibraba fuerte, violenta,
y entre el olor de la sangre
iba el olor de la sierra.
Yo pensaba siempre en ti;
yo pensaba: si estuviera
conmigo mi triste amiga,
mi Marianita Pineda.











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Miguel Hernández 6: Adiós, Joselito el Gallo

Bello, moro y español
como la Torre del Oro,
catedral de luz cristiana
con el bulto transitorio
iba Joselito el Gallo
de punto en punto redondo.
Como Dios, por todas partes
estaba: por los periódicos,
por los muros, por las bocas,
por las almas, por los cosos…,
todo lo multiplicaba
y lo enaltecían todos.

Estaba el lugar de España
tan enamorado, loco,
la mitad de su valor
y la mitad de su rostro.
¡Talavera de la Reina!
Calavera yo te pongo
por mal nombre, mala sombra,
mala tarde y malos toros.
Calavera, Calavera,
sitio del drama más hondo.

Allí salió a Joselito
un toro de malos modos,
malintencionados cuernos,
malintencionados ojos.
Bailador lleva por nombre,
miren qué nombre tan propio.
¿Qué muerte no es bailadora
ante una vida de plomo?
La hechura mejor de Dios,
la nata de lo gracioso,
el rey de la torería,
allí se quedó sin trono,
allí se quedó sin forma,
allí perdió su cogollo
con el toril de las venas
medio abierto a sus arroyos.

España, que estaba entonces
pajiza en el abandono
de su sol y de su campo,
se hizo un borrón. Sólo lloros
y ayes por todos los pueblos
se oían y terremotos.
Toda la tierra temblaba
de sentimiento y asombro.
Aumentó el Guadalquivir
su volumen caudaloso
con el limón que esgrimían
las sevillanas sin novio.
A mares lloraban todas
cuando el entierro lujoso
pasó y él embalsamado
iba hacia Dios y hacia el foso.

La capa de atorear,
frágil defensa y adorno
airoso de su existencia,
hecha de su muerte apoyo
por cabecera llevaba
para el último reposo.
¡Cuánta corona pusieron
sobre su ataúd precioso!
Hasta el rey rindió la suya
al que era real en todo.
Ante su cuerpo tirados
los claveles luminosos,
se abrían las venas sobre
alamares de sus hombros,
pura transfusión de sangre
pretendiendo generosos,
por ver si lo levantan
de su lecho mortuorio.

Allá, por el polo norte
del candor, ¡qué puro polo!,
un deshielo de jazmines
le caía silencioso
y las rosas, boquiabiertas,
expiraban como elogios,
como presencias de besos
de muchos labios hermosos
que, no pudiendo sus besos
de verdad dar, por esposos
o galanes le mandaban
sus ejemplos a manojos.

¡Adiós, Joselito el Gallo!
¡Adiós, torero sin otro!
Dejas el ruedo eclipsado
su círculo misterioso
con la soledad del sol
y la soledad del toro.
A todos les viene ancho
aquel anillo sin fondo
que a tu vida se ajustaba
cabal y preciso, como
hecho de encargo por Dios
para tu arte y tronco.








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lunes, 5 de febrero de 2018

La plaza más antigua

Hablemos sobre la plaza de toros “Rodolfo Gaona” de Cañadas de Obregón (Jalisco, Méjico). 

Está declarada como Patrimonio Cultural del estado de Jalisco. El documento legislativo que así la declaró proclama que es la más antigua del mundo. 

Fue construida por don Agapito Gómez expresamente para festejos taurinos. Se inauguró en 1687 (aunque tiene placa de 1680).

Le sigue en antigüedad la plaza de Béjar (Salamanca, España), construida en 1707. Después sigue la de Acho (Lima, Perú), construida en 1776.



Además, en el citado documento legal se recoge que en 1924 se le puso el nombre de “Rodolfo Gaona”, en recuerdo a las andanzas del “Califa de León” como novillero, justamente cuando el municipio le compró la plaza a su dueño, don Mónico Gómez.






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