El ganadero José Carvajal, onubense, fue un verdadero visionario, además de uno de los primeros ganaderos que empezó a preocuparse de verdad por la importancia de la selección en las tientas para el futuro de la ganadería y del toreo.
Carvajal poseía dos fincas en Zalamea la Real, llamadas "Las Navas" y "El Baquillo". Se hizo ganadero en 1885 comprando vacas y dos sementales a los Hermanos Arribas (de Guillena), que poseían una ganadería vazqueña.
Posteriormente, en 1896, se hizo con una punta de vacas y un semental de la célebre ganadería de Eduardo Ibarra, de puro origen Vistahermosa. Deslumbrado por la bravura ibarreña, Carvajal decidió cruzar ambas líneas, lo que supuso el primer cruce en la Historia entre ambas castas.
Tras cruzar, siguió echando lo puro Ibarra a lo cruzado, lo que provocó finalmente la absorción de la sangre vazqueña de Arribas y la creación de una gran ganadería, que, según cuentan, tenía la capacidad de ir a más.
Sin embargo, cuando la ganadería se encontraba en su mejor momento y a punto de dar el salto a la cumbre, tras la muerte de su hijo don José decidió venderla. Se la rifaron entre muchos compradores, sabedores de que era oro lo que allí había. Fue finalmente el Marqués de Villamarta quien, a pesar de haber dado ya por cerrada la adquisición de ganado para su nueva vacada dos años antes, no dudó en comprarla entera en 1919, viajando las quinientas cabezas de ganado desde Zalamea hasta Jerez.
Con el ganado de Carvajal la ganadería del Marqués de Villamarta dio un gran salto de calidad y se acabó colocando en primera fila. También en Villamarta hay ascendencia vazqueña procedente de las vacas de Medina Garvey y de Otaolaurruchi que incluyó en su lote, pero la mayor ascendencia viene de Carvajal, pues de esta línea sacó la mayor parte de los sementales.
Por su parte, el ganadero Rincón formó su ganadería con reses de González Nandín (vazqueño puro) y también con reses de su vecino José Carvajal (pues Rincón tenía su ganadería en Zufre). A ellas echó sementales de Fernando Parladé y, tras cruzar, siguió echando puro Parladé a lo cruzado. Por tanto, la ganadería de Rincón acabó siendo mayoritariamente Parladé (puro Vistahermosa) con un toque de todo lo vazqueño anterior.
Resulta que lo de Rincón, por un lado, y parte de Villamarta, por otro, acabaron en Carlos Núñez, que, así, reunió dos herencias vazqueñas; de ahí viene la variedad de capas en el encaste Núñez.
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