La obra "El arrastre" fue pintada por Goya en 1793, durante su estancia en Cádiz. La técnicas es óleo sobre hojalata; sus dimensiones son 43 cm por 32 cm.
La escena, enmarcable en la plaza de toros de Madrid, muestra a un grupo de mulillas guiadas por cuatro personas que sacan de la plaza al toro muerto, arrastrado por un grupo de mulas que adornadas con banderines y cintas de colores tiran de éste al son de los cascabeles, mientras el "respetable" comienza a levantarse de las gradas y a abrir las sombrillas. La obra está considerada como una de las más ejemplares de la serie, cuya técnica es más comprometida, tratándose además de la última escena que cierra la serie y así la visión final del conjunto. Pierre Gassier ha descrito este cuadro en los términos siguientes: “Observamos la habilidad de Goya para dar consistencia a su tema principal, tanto en el propio ruedo como entre el público. Le preocupa sobre todo no dejar el primer plano vacío por completo: un caballo muerto y un peón encargado sin duda de recuperar los arneses ocupan el ángulo inferior de la composición. Al fondo, los grupos de toreros parecen comentar la lidia delante de la barrera. En cuanto al público (el “respetable”, como se le suele llamar) una vez más Goya le da toda su densidad de muchedumbre multicolor con la ayuda de unos pequeños toques rápidos, aparentemente desordenados, pero, si los observamos de cerca, de una impresionante exactitud para tratarse de un formato de estas características: los sombreros oscuros de los hombres, las mantillas blancas de las mujeres y las sombrillas abiertas por completo, todo queda señalado, todo es verdad, pero sin que jamás el detalle predomine sobre el conjunto”.
La obra fue exhibida por primera vez en la exposición "Francisco de Goya, IV Centenario de la Capitalidad", celebrada en Madrid en 1961.
Este óleo sobre hojalata pertenece a la serie Tauromaquias. Según su amigo Moratín, Goya habría toreado durante su juventud. Es significativo que de los catorce pequeños óleos sobre hojalata que pinta con mayor libertad en el momento decisivo de su vida (tras su restablecimiento en Cádiz de la grave enfermedad contraída en Sevilla y por la que quedó aquejado de sordera), ocho sean tauromaquias.
En enero de 1794 la obra fue entregada a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid en donde, según Xavier de Salas, estuvo presente durante un tiempo. Posteriormente pasó a la colección de los duques de Medinaceli. Las ocho tauromaquias son conocidas como la "Serie Torrecilla", por haber sido adquiridas seis de ellas por Manuel de Salabert y de Torres, VI Marqués de la Torrecilla, a Céan Bermúdez, quien, a su vez, las había comprado en la testamentaría de Leonardo Chopinot, procedentes de la colección de Francisco Bayeu. Esta serie comenzó a fragmentarse en la generación de Casilda de Salabert y Arteaga, IX Marquesa de la Torrecilla y esposa de Luis María Fernández de Córdoba y Pérez de Barradas, XVI Duque de Medinaceli, razón por la cual a la actual Duquesa de este título sólo le le llegó este cuadro de los seis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No se permitirán comentarios ofensivos, de mal gusto o que falten a la verdad.