El 26 de enero de 1878 Eugenio Larroca se dio a conocer como caballista y rejoneador con ocasión de las corridas reales de toros celebradas en Madrid con ocasión de la boda del rey Alfonso XII. Nacido en Fuente del Saz en 1837 (Madrid), Larroca unió la maestría en manejar la pluma y la bravura al blandir el hierro. Huérfano a los quince años, se ganó la vida colaborando en diversos periódicos y escribiendo obras de teatro; luego se hizo empleado de Hacienda. Entusiasta de la Fiesta de toros, fue elegido primer caballero del Ayuntamiento para los festejos por la boda real en donde lució los colores morados de la Villa en su chamberga.
De su comportamiento admirable en la lidia del 26 de enero de 1878 las revistas tributan elogios unánimes; clavó más rejones que los demás, todos en el morrillo, sin desmontar, la mayor parte a pie quieto o al estribo y algunos a caballo levantado, según la usanza portuguesa. Los aplausos fueron unánimes; la Corte y el pueblo lo aclamaron.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No se permitirán comentarios ofensivos, de mal gusto o que falten a la verdad.