El 28 de mayo de 1830 fue creada la Escuela Taurina de Sevilla por Real Orden, que decía así: «Ministerio de Hacienda de España. – Al Intendente Asistente de Sevilla.- Madrid, 28 de mayo de 1830.
Excelentísimo Sr.: He dado cuenta al Rey Nuestro Señor de la Memoria presentada por el conde de la Estrella sobre establecer una Escuela de Tauromaquia en esa ciudad, y de lo informado por V.E. acerca de ese pensamiento; y conformándose S.M. con lo propuesto por V.E. en el citado informe, se ha servido resolver:
1.º, que se lleve a efecto el establecimiento de Tauromaquia, nombrando S.M. a V.E. Juez protector y privativo de él
2.º, que la Escuela se componga de un maestro, con el sueldo de doce mil reales anuales; de un ayudante, con el de ocho mil, y de diez discípulos propietarios, con dos mil reales anuales cada uno;
3.º, que para este objeto se adquiera casa inmediata al matadero, en la que habitarán el maestro, el ayudante y alguno de los discípulos, si fuese huérfano;
4.º, que para el alquiler de la casa se abonen seis mil reales anuales, y otros veinte mil reales anuales para gratificaciones y gastos imprevistos de todas clases;
5.º, que las capitales de provincia y ciudades donde haya Maestranza contribuyan para los gastos expresados con doscientos reales por cada corrida de toros; las demás ciudades y villas, con ciento sesenta, y ciento por cada corrida de novillos que se concedan; siendo condición precisa para disfrutar de esta gracia el que se acredite el pago de dicha cuota, pagando los infractores por vía de multa el duplo aplicado a la Escuela;
6.º, que los Intendentes de provincias se encarguen de la recaudación de este arbitrio y se entiendan directamente en este negocio con V.E., como Juez protector y privativo del establecimiento;
7.º, que la ciudad de Sevilla supla los primeros gastos con las rentas que producen el matadero y el sobrante de la bolsa de quiebras, con calidad de reintegro.
De Real Orden lo comunico a V.E. para su inteligencia y efectos correspondientes a su cumplimiento».
El primer director fue Pedro Romero y el subdirector, Jerónimo José Cándido.
Los argumentos que avalaban la creación de la escuela se basaban en la decadencia de la fiesta tras la retirada de los ruedos de los grandes maestros, así como de las desgracias ocurridas en distintas plazas. Perseguía tanto una vocación pedagógica como otra, de defensa de los aprendices de toreros.
Inaugurada en enero de 1831, fue suprimida por Real Orden de 15 de marzo de 1834.
Tuvo como alumnos más destacados a Francisco Montes, Paquiro y a Francisco Arjona Cúchares.
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