sábado, 26 de noviembre de 2016
Rafael Duyos: Antonio Ordóñez
Estaba la verónica esperando
que se abriese un percal con maestría
y le diera a la sal de Andalucía
coraje y miel que andaban ya faltando…
Estaba la muleta -¿desde cuándo,
desde Juan y José…?- sin luz ni guía,
sin saber a qué joven dinastía
la Tauromaquia ofrendaría el mando…
Y de Ronda llegó el que, en una sola,
viejas escuelas junta al nuevo modo,
¡y Córdoba y Sevilla, enmudecieron!
Y una espada con temple a la española,
mostró que Antonio Ordóñez lo era ¡todo!,
¡señor y rey tras los que ayer lo fueron!
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