"Ser aficionado a los toros es, ya, ejercer una profesión" (del artículo "Algo de todo. Afición taurina" en la revista "La Caricatura").
"A los dos hermanos lo que les interesaba más eran los toros y el teatro".
"Las corridas son esencialmente un sacrificio. Con el toro no se juega, puesto que se le mata, sin utilidad aparente, como si dijéramos de un modo religioso, en holocausto a un dios desconocido" (de Juan de Mairena).