miércoles, 21 de febrero de 2018

Rafael Duyos: La Chata

De prisa que no llegamos, dame la mantilla blanca
Que run run por los salones del Palacio de Quintana !
Mayo y tarde de domingo, en el piano una sonata
se le deshacen los dedos, gordezuelos, a la Infanta
” Maestro Saco del Valle, tanto Beethoven ¡ me carga !
os lo digo sin rodeos, Chopin si me llega al alma.
Mientras me visto, tocad este nocturno. Caramba !
son las cuatro menos cuarto ¡ no llegamos a la plaza !
Las Damas transmiten órdenes, el coche a las cuatro,
pasan las doncellas con el traje de Su Alteza ¡ Lila y grana !
con encajes de bruselas apretando cuello y mangas
y rematando la orilla manola de la gran falda.
Mientras la visten no cesa de hablar la Señora Infanta
” Dame el abanico verde de Mercedes mi cuñada ¡
el que ella llevó a los toros, cuando era Reina de España !.
No, no quiero ese collar, ni esos pendientes, no, no, nada
unos claveles prendidos en el pelo y, ¡ a la plaza !
Vamos, deprisa, ligeros, que las cuadrillas no aguardan
“¡ Ah, recuerda que Romanones, viene a merendar mañana ”
¡ Armas, Armas a Su Alteza, grita el Teniente de Guardia
Flecha de seda y charol, sale el landó de la Infanta
y a ritmo de paso doble, van las yeguas alazanas,
llevando a Doña Isabel de Borbón, casi en volandas,
Princesa, Bailén, Mayor, Alcalá, ” Dame el programa”,
Ajá, hoy torea mi torero, ¿ Cual es tu torero Juana ?”
El mío es el Gallo, Alteza ¡ Huy el Gallo, quien lo pensara !
Torero gracioso, pero, no te arriendo la ganancia
Yo de Vicente Pastor. Huy, qué raro, Antonio Maura.
Adiós, adiós, ¡ cuánta gente !. La reina se queda en casa,
pretextando una jaqueca, los toros le asustan ¡ Vaya !
Ya estamos ¿ Y mi abanico ?. Junto al coche de la Infanta,
la gente se arremolina, buenas tardes, muchas gracias !!!
¿ Qué tal Arbox ? ¿ A los toros ?. No faltaré esta semana
quiero asistir al estreno que anuncias de ese tal…..Falla !
¿ Qué hay Benlliure ?. Hola, Tamames, con Dios Duque de Veragua
Ya, ya sé que los toros que hoy se lidian son de tu casa.
Abren paso como pueden los de la Guardia Montada
” Quitasoles, abanicos, almohadillas, naranjadas !!!!!”
” Qué hay Empresario ¿ Contento ?. Vengo yo sola ¡ Más ancha !
Si, si, que me brinden toros. No, no, al contrario. ¡ Me agrada !
” Yo traía en previsión, tres pitilleras de plata”
La Infanta llega a su palco y al entrar, toda la plaza
puesta en pié se arremolina, batiendo alegre las palmas,
mientras la Marcha de Infantes resuena en las altas gradas,
y el sol pone al rojo vivo las barreras encarnadas.
En la andanada de sol, con popular algazara
los morenos se alborotan y gritan ¡ Viva la Chata !
Y en los tendidos de sombra, las cabezas inclinadas
se rinden por un segundo ante su augusta mirada.
Cuando se sienta Isabel, resuena el clarín de plata,
y entre un clamor de cuadrillas cruzan la arena dorada,
Pastor, Machaco y el Gallo, un trío de rompe y rasga.
La Almudena, la Mezquita y un poquito de Giralda.
La corrida se desliza, bien y mal, ¡ una de tantas !
Doña Isabel de Borbón, tras de la regia varanda
bulle, ríe, palmotea y hasta jalea en voz baja
y, rompeindo el protocolo, más de un olé se le escapa
con el acento chispero que suspira en su garganta,
cuando Rafael el Gallo, tras su clásica espantada
se adorna por bulerias con la larga farolada.
La Infanta, luego al salir, la tarde ya de oro y malva
desde Alcalá por Cibeles remonta en la Castellana,
Dan una vuelta y por Genova suben después hacía casa.
En Glorieta de Bilbao, al pasar piden horchata
en un puesto en que se le antoja beber ¡ No pueden pagarlo !
No llevan ni un perro chico. ¡ Apuros de la Azafata !
La Infanta y el Horchatero, ¡ rien de muy buena gana !
” Ya te pagaré otro día “- ¿ Pagarme ? ¡ Esta convidada !
Yo estoy pagao con solo verla a Vd. en mi casa
y con poner un letrero ” Proveedor de la Infanta ”
Palmoteos, sombrerazos, el coche sigue su marcha.
¡ Fijaos, la Infanta Isabel, mirad, mirad, si es la Chata !
Cuando llegan a Palacio, la tarde ya declinaba
un organillo en la esquina, con ritmo alegre desgrana
notas del Cabo Primero, mientras presentan sus armas,
al paso de la Señora, los soldados de su Guardia.
¡ Vamos que hay cena en Palacio y en Real la Traviata !
Como siempre llegaremos al Acto segundo. ¡ Ah ! llama
pregúntale por teléfono a la Empresa de la Plaza
para el domingo que viene que corrida nos prepara
Yo quizá no pueda ir, con esto de ser Infanta,
¡ Demonios de protocolo ! No me negarás mi Dama,
que este Vicente Pastor es el manda en España.
Sshht. Se entiende después del Rey, ¿ Como dices ?
Si, si, claro. La noche es noche de alhajas.
Quiero el collar de chatones, y ese broche de esmeraldas,
quiero epatar a esa tonta Embajadora de Francia.
En fin, vamos a Palacio. Ay…. con lo bien que se está en casa.
O como mi hermano hacía cenando por esas tascas, de tapadillo.
Ay, era un hombre que, aún siendo Rey, se saltaba las cosas a la torera.
” Ay Madre y Señora, quien volver a nacer lograra
para ser solo mujer, en vez de nacer Infanta “.
Unos segundos después, con sus sobrinos estaba.
Las dos Reinas impacientes se acercan para besarla.
Chicoleo con los Nobles, sonrisa a la Diplomacia,
taconazos de saludo, golpe de las alabardas.
¡ Paso a su Alteza Real, La Infanta Isabel de España
Fuera, en la Plaza de Oriente, las violetas pregonaban
Y heraldo con la corrida ¡ Del Santo ! Fresquita el agua !!!!
Y un Chavea, un raterillo con la colilla apagada
por la calle de Arrieta arriba decía:
¡¡¡ HE VISTO A LA CHATA !!!

Rafael Duyos, 1953

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