martes, 18 de diciembre de 2018

Picasso 11: El aficionado

El aficionado es un óleo sobre lienzo, de 134,8 x 81,5 centímetros, de 1912. Raoul La Roche lo adquirió en 1925 y lo donó en 1952 al Kunstmuseum Basel.



Picasso, para realizarlo, se inspiró en una corrida de toros que presenció el 7 de julio de 1912 en Nimes, donde al artista le gustó Manzantinito y especialmente el agradable ambiente de la corrida. Tres días después escribía en una carta a Braque: «Estos aficionados de Nimes, solo pienso en ellos y he transformado un cuadro de un hombre, que había empezado ya, en un aficionado. Creo que quedará bien con su banderilla en la mano, y estoy tratando de darle una jeta bien del Midi».

Pueden seguirse a la perfección la cabeza, cubierta con el sombrero cordobés, lo ojos, el bigote (realizado con el peine de hierro utilizado por los pintores artesanales para fingir la madera y que, en una de sus piruetas imaginativas Picasso usa para sugerir el pelo, la boca carnosa, el cuello de pajarita, el corbatín, la pechera lisa y, más abajo, la banderilla, representada sin deformar, con un grado extremo de realismo. A la izquierda pueden seguirse asimismo todos los elementos característicos de la guitarra que sostiene: las clavijas, a la altura del rostro y, más abajo, las cuerdas, el agujero circular y el cordal. Y a la derecha queda, reproducida de forma esquemática, una botella cerrada con un corcho (según álvarez Lopera).

Las letras pintadas proporcionan un abundante número de claves sobre el personaje, revelando que se trata de un aficionado a los toros. "Nimes" alude al lugar de la corrida, "TOR", evidentemente al mundo de los toros, "LE TORERO", al periódico de ese nombre, y "MAN", a la bebida que contiene la botella, manzanilla.








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