viernes, 8 de agosto de 2025

Miguel Hernández: Corrida real

 CORRIDA-real

(Cartel)

Gabriel de las imprentas:

yedra cuadrangular de las esquinas,

cuelga, anuncia sonrisas presidentas,

situaciones taurinas.

Un sol de propaganda, el sol posible

nada más, asegura,

jura para tal día.

Y un toro de pintura,

el más viudo y varonil terrible

que halló el pintor en su ganadería,

a un sombrero amenaza,

del gozo espectador seña presunta,

con una doble punta

de cornadas que nunca, desenlaza.

(Plaza)

Corro de arena: noria

de sangre horizontal y concurrencia

de anillos: sí: ¡victoria!

de la circunferencia.

Palcos: marzos lluviosos de mantones

nutridos de belleza deseada.

Acometividad de los tendidos:

por las curvas, si no por los silbidos,

humanos culebrones

ordenan su inquietud de grada en grada.

Sol y sombra en el ojo y el asiento:

avispas de momento.

A los toriles, toros,

al torero le exigen el portento

y caballos de más al as de oros.

(Toro)

Copiosos de azagayas,

provisión de furores,

urgentes tras los cuernos,

recomiendan clarines

a una arena sin playas,

era de resplandores

con parva de carmines

manejables y alternos.

(Toros y caballos)

Si las peinas elevan las mantillas,

si las mantillas damas,

si las damas elevan -¡banderillas!-

las masculinas bramas,

el negro toro, luto articulado

y tumba de la espada,

caballos solo ciegos por el lado

por que habrán de morir, y picadores,

hacen casi celestes, si las varas

sus obstinados carmesís mayores.

(Toro y banderillero)

Pródigas en papeles, pero avaras

en longitud y acero,

la presencia corriente del arquero

citan, si su atención anteriormente,

verdes prolongaciones y amarillas.

Pero el banderillero,

gracia, sexo patente,

si lo busca de frente,

en primorosos lances

curvo, para evitar rectos percances,

de pronto lo rehúsa,

palco de banderillas,

que matrimonia en conjunción confusa.

(Toro y peón)

Huyendo de las cóleras mortales,

sin temor a lucir su mucho miedo

tablas para el peligro pide al ruedo,

redondos salvavidas terrenales;

mientras el toro alza

la que su frente calza

aviesa media vuelta,

más caliente, más pita y más esbelta.

(Toro y torero)

Profesando bravura, sale y pisa

graciosidad su planta:

la luz por indumento, por sonrisa

la beldad fulminante que abrillanta.

Sol, se ciega al mirarlo.

Galeote

de su ciencia, su mano y su capote,

fluye el toro detrás de sus marfiles.

Concurren situaciones bellas miles

en un solo minuto

de valor, que induciendo está a peones

a la temeridad como tributo

de sus intervenciones.

Se arrodilla, implorante valentía,

y como el caracol, el cuerno toca

a este, que a su existencia lo hundiría

como en su acordeón los caracoles.

La sorda guerra su actitud provoca

de la fotografía.

Puede ser sonreír, en este instante

crítico, un devaneo;

un trágico desplante

-¡ay temeraria luz, no te atortoles!

hacer demostraciones de un deseo.

Heroicidad ya tanta,

música necesita;

y la pide la múltiple garganta,

y el juzgador balcón la facilita.

Muertes intenta el toro, el asta intenta

recoger lo que sobra de valiente

al macho en abundancia.

¡Ya! casi experimenta

heridas el lugar sobresaliente

de aquel sobresaliente de arrogancia.

¡Ya! va a hacerlo divino.

¡Ya! en el tambor de arena el drama bate...

Mas no: que por ser fiel a su destino,

el toro está queriendo que él lo mate.

Enterrador de acero,

sepulta en grana el arma de su gloria,

tan de una vez certero,

que el toro, sin dudar en su agonía,

le da para señal de su victoria

el miembro que aventó moscas un día,

mientras su muerte arrastran cascabeles.

-¡Se ha realizado! el sol que prometía

el pintor, si la empresa, en los carteles.

Miguel Hernández: "Toro"

TORO

Ínsula de bravura,                                                                                                                                      dorada por exceso de oscuridad.

En la plaza, disparándose                                                                                                                      siempre por el arco del cuerno.

Golpeando el platillo de la arena.                                                                                                          Enlazando caballos                                                                                                                                       con vínculos de hueso.

Elevando toreros a la gloria.                                                                                                                        Realizando con ellos el mito                                                                                                                          de Júpiter y Europa.

jueves, 7 de agosto de 2025

Miguel Hernández: "Silencio de metal"

Silencio de metal triste y sonoro 
agrupa espadas, acumula amores 
en el final de huesos destructores 
de la reglón volcánica del toro.
 
 Una humedad de femenino oro 
que olió puso en su sangre resplandores, 
y refugió un bramido entre las flores 
como un inmenso y clamoroso lloro. 

 De amores y cálidas cornadas 
cubriendo va los trebolares tiernos, 
con el dolor de mil enamorados.
 
 Bajo su piel, las furias refugiadas 
son desde el nacimiento de los cuernos 
pensamientos de muerte edificados. 

Con este soneto, el último de los veintiséis que componen "El silbo vulnerado", Hernández describe a un toro. El primer cuarteto, con una alusión a la espada que preconiza muerte, refleja la estampa poderosa del animal. 

El segundo cuarteto recoge una visión bucólica y a la vez melancólica que se prolonga en el primer terceto. 

La mayor originalidad de este poema reside en el último terceto. La acometividad de la fiera adquiere una expresión bellísima y nueva en esos tres versos finales, donde las furias se refugian debajo de la piel para estallar en cualquier trágico momento. Se dice que los cuernos son pensamientos (lo que está bien, poéticamente), pero de muerte y edificados. Los pensamientos de muerte se hacen sólidos, duros; se edifican. Los cuernos son esos pequeños edificios en los que se han convertido las furias (los pensamientos) mortales. 

Al poeta le gustó el acierto de considerar una idea o tendencia fatal como algo edificado y, por eso, vuelve a emplearlo en el soneto 17, cuyo primer terceto nos habla de "un acero que ha edificado el cáliz de la muerte".

domingo, 27 de julio de 2025

Antonio Machado

"Ser aficionado a los toros es, ya, ejercer una profesión" (del artículo "Algo de todo. Afición taurina" en la revista "La Caricatura").

"A los dos hermanos lo que les interesaba más eran los toros y el teatro".

"Las corridas son esencialmente un sacrificio. Con el toro no se juega, puesto que se le mata, sin utilidad aparente, como si dijéramos de un modo religioso, en holocausto a un dios desconocido" (de Juan de Mairena).

martes, 15 de julio de 2025

Arracada de Arrabalde

En España el toro también ha sido motivo de inspiración para elaborar adornos integrados en la joyería de las mujeres. Aquí vemos una arracada celtibérica de oro en forma de cabeza de toro, perteneciente al Tesoro II de Arrabalde (Zamora).


Su fecha de elaboración está entre el siglo II y el siglo I antes de Cristo. Se conserva en el Museo de Zamora.

Epitafio sobre toro

En España el toro está presente en todos los momentos de la vida. Y de la muerte.

Veamos una imagen de un toro como soporte granítico de 106 centímetros para un epitafio en latín que recuerda a un tal Fronton (D M S Frontoni/ Aureli F V F XXII).

La pieza, vetona o romana, procede de Villalcampo y se encuentra en el Museo de Zamora.

miércoles, 25 de junio de 2025

Max Aub

Max Aub: «En la Rusia de los zares no había corridas de toros y sí con los Felipes, aquí, porque había toros de lidia y allí, no. Que el pueblo tenga derecho a las mismas diversiones que la nobleza, no hay duda. Y, ¿por qué ha de ser peor el toreo que la caza?» 

Después de presenciar una corrida en la Plaza madrileña de Vista Alegre, escribe Max Aub: «No se aburre uno un segundo, son toros para lidiar y los lidian. No es la presencia de la muerte. Es el juego, el arte, la sabiduría, la inteligencia, la fuerza… Entran en juego el valor y la habilidad. ¿Qué más se puede pedir?». 

Concluye Max Aub: «¿Espectáculo de países subdesarrollados? Aceptemos que Sevilla sea un poblado inculto, sin historia, sin cultura, por español: ¿también Nimes o Arles?... Los varones de corazón sensible que piden que desaparezcan las corridas de toros no saben de lo que están hablando. Que no les guste el espectáculo no prueba más que una falta de su inteligencia, de una parte de su cerebro. No me gustan las matemáticas –no las entiendo–, no por eso pido que supriman su enseñanza».

Indalecio Prieto

Indalecio Prieto, ministro de la II República: «Desde Hernán Cortés, Manolete ha sido el único que ha hecho algo importante, en México».

sábado, 7 de junio de 2025

jueves, 17 de abril de 2025

Antonio Bienvenida: torero

Antonio Bievenida pintó a un torero en 1960.

El pintor onubense José Caballero, en su estudio de Madrid, enseñó a pintar a muchos personajes conocidos. Uno fue el torero Antonio Bienvenida. Éste pintó una acuarela que representa a un torero con capote. Manchas vivas de color componen, casi esquemáticamente, una pintura poco realista. La lámina está dedicada "A Pepe Caballero, mi gran maestro y mi admirado amigo". Se conserva en la colección de José Caballero, que se expone en Huelva.

viernes, 21 de marzo de 2025

Efemérides taurinas jerezanas: Dos rayas de picadores

El 14 de septiembre de 1958 Jerez de la Frontera fue la plaza donde se pintaron por primera vez las dos rayas de picadores.

Fue en la corrida concurso de ganaderías celebrada ese día. Se ensayó la doble raya de picadores antes de que obligase a ello la orden ministerial de 11 de abril de 1959. Previamente Domingo Ortega, metido a ganadero, había insistido en la necesidad de esa segunda línea pues con ella escogía sus sementales en el campo.

En 1923, al imponerse la primera raya, se decía que los toros no acometerían al no salir el picador a provocarlos y que eso haría que se fogueasen muchos cada tarde. Lo mismo vaticinaron algunos tras este experimento de Jerez refiriéndose a la cantidad de toros que acabarían a partir de entonces con banderillas negras. Los agoreros no tuvieron razón y la segunda línea se impuso siete meses después con la susodicha orden ministerial. El 19 de abril de 1959 oficialmente se vieron por primera vez ambas rayas en Las Ventas

Cartel de Ronda 1793


 

miércoles, 5 de febrero de 2025

Cartel de Madrid 1833

Veamos un cartel de 1833 donde se anunciaba Paquiro. Curiosamente alternaba con Lucas Blanco. Entre ambos diestros se tejió una confusión poética de la que hablaré otro día.