El día 30 de abril de 1944 Manolete torea por segunda y última vez en Jerez, ante toros de Conde de la Corte, alternando con Pepe Bienvenida y Miguel del Pino. Su primer toro lo brindó a Álvaro Domecq con esta palabras: "Te brindo la muerte de este toro por nuestra amistad, que será eterna".
En Córdoba, durante la Feria de la Salud del mismo año, hizo Manolete una de las mejores faenas de su vida, ante el toro Presidiario. Álvaro Domecq abrió festejo con un novillo de rejones. A los pocos días el jerezano le envió al cordobés, como regalo, la cabeza embalsamada de Presidiario con el siguiente mensaje: "Te devuelvo el brindis de Jerez con la cabeza del toro Presidiario número 35, de la ganadería de Antonio Pérez de San Fernando, en el que demostraste a la afición de Córdoba, lo que vales como torero. Lo que vales como amigo que me lo pregunten a mí, que te considero como el mejor".
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